Escondiendo las gallinas

Para la zurda española y para los nacionalistas-independentistas golpistas se ha adelantado el "viernes negro" con las rebajas. Les ha tocado la lotería. Ya están todos pidiendo lo suyo, porque sin lo suyo no hay nada que hacer. ¡Hombre, no! Ya se han puesto a vender de todo -acciones, participaciones- los ahorradores por lo que pueda venir, que es lo mismo que decir escondiendo las gallinas que viene laPesoé, pero con qué compañía. ¡Madre! Con la zorra, sin disfraz alguno, que va a meter en el gallinero, en el de Sánchez y en el de todos nosotros.

Imaginarse pueden: nos quedamos sin gallinas y sin gallos, que,  no son violadores de  gallinas, nos daban los buenos días todas las mañanas. Lo que se va a organizar es un verdadero gallinero, con dos dueños. Sus peores pesadillas, las de Sánchez, y las del noventa y cinco por ciento de nosotros, se harán realidad.

Esperemos a que se abran los sobres de cada uno, para saber lo que piden. Algunos han lanzado sus bosquejos, y de los que no los tenemos nos lo imaginamos. Los golpistas piden todo o nada, así que será todo, porque si no Sánchez no sale y su bis tampoco. Porque, al final, será su bis y terminará siendo el podemita de la extrema izquierda su consejero íntimo y, después, su otro yo y, más adelante, su yo y él el otro.

Menos mal, y eso lo salva, que el presidente pepero, Casado, llamó por teléfono al socialista la misma noche en que se conocieron los resultados electorales. No se le puso, porque estaba ocupado u "atontao". Le dio Sánchez al jefe de la oposición el mismo trato que al nazi xenófobo presidente de la Generalidad catalana. Y tampoco es eso.

El de laPepé se salvó de la quema, porque tuvo, al menos, reflejos para telefonear a Sánchez, con la intención de ofrecerle un pacto de Estado. Pero Sánchez ya tenía todo "el pescao" vendido. Sólo le faltaba el abrazo del oso con el podemita ante las cámaras para concluir la venta de España, que ya estaban comenzando a derribar los terroristas de los CeDerrés, los protegidos por el demente presidente catalán.

Se han pasado tres días los terroristas catalanes, los pacíficos y demócratas, los de la revolución de las sonrisas, cortando las fronteras con Francia, coartando la libertad de movimiento de los demás, sin importarles un bledo el daño causado y las pérdidas económicas. Les da igual, porque están animados y protegidos por el neandertal catalán. Son los suyos, igual de bárbaros y locos. Y esto, señor Marchena, es violencia pura y dura. Y esto, señor Marlaska, no son desórdenes públicos, son, por ahora, acciones prebélicas.

Lo de la frontera con Francia no tiene nombre, pero sí tiene autores conocidos y localizables. Tres días tres llevan ahí los terroristas sin que los Mocetes de la Escuadra -cuerpo que ya tenía que estar disuelto hace meses- no le hayan hecho ni cosquillas. La Policía Nacional y la Guardia Civil tenían órdenes de no intervenir, si acaso lo menos posible, lo imprescindible, no siendo que fueran a macar a los terroristas

Sólo hay que echar a volar un poquito la imaginación y veremos lo que se nos viene encima, todo o nada, lo que dicen los terroristas catalanes: o independencia o el caos. Sánchez decide, de momento.