¡Mecuagüenlaparió!
Es de esperar que elPedroQué? haya
tomado medidas y se haya provisto bien, con suficiencia y con suficiente número
de somníferos, porque dormir con un quinqui debajo de la almohada se las trae.
Ya vendrá el tiempo de los ansiolíticos, que le llegará. Ahora que para este
viaje no nos habían hecho falta estas alforjas. A partir del abrazo
progresista, Sánchez y el de la
extrema izquierda podemita, elPabloManué,
ya son amigos, como los de facebuc. Ya podrán corretear por los jardines de La Moncloa la recua de los Iglesias-Montera, mientras los
inquilinos del palacio y sus invitados deciden el futuro de España, de todos nosotros.
Mirenlos, los
progresitas, que hace “ná” ni se saludaban, no se fiaban el uno del otro y al
uno le quitaba el sueño el otro solo de pensar que pudiera tenerlo como
compañero en la mesa del Consejo de
Ministros, y ya están juntos. Pues, si no quería el uno caldo, le van a dar
dos tazas. El otro, no obstante, le ha prometido fidelidad. Yo que el uno
dormiría con un ojo abierto y el otro cerrado. Que es que una legislatura dura
cuatro años.
Eso sí, que
hasta que llegue la debacle –que llegará-, que les quiten lo “bailao”: los dos
han hecho realidad sus sueños. El uno ha llegado a presidente del Gobierno de
España, con lo cual ya se ha ganado una nada despreciable pensión vitalicia y
el derecho a estar en el Consejo de
Estado, como elCetapé, mientras
que el otro llegará a la vicepresidencia del Gobierno, lo que le abrirá muchas
puertas, aunque sean giratorias, de las que tanto abomina el podemita, pero
que, llegada la ocasión, a caballo “regalao” no le mires los dientes; hay que
mantener un casoplón, pagar letras, y todo eso.
El culpable de
todo esto –que se convertirá en un desaguisado-, sí, maravíllense, es el expresidente
del Gobierno, el pepero Rajoy, que
en cuatro años de mayoría absoluta fue incapaz de desmontar todos los montajes
de la izquierda zapateril. Malos consejeros tuvo en su vicepresidenta, Sorayita, y en su amigo Yoni. Nos dejó una herencia envenenada.
No obstante,
todavía le falta a Sánchez fotografiarse. Al podemita le da igual. Porque si al
de laPesoé poco le ha faltado en más
de una ocasión para cruzar la línea roja de la alta traición se coloca desde
este momento al borde del abismo, a solo un empujoncito que le dé su socio
preferido, y ahora amigo, elPabloManué.
Por eso es más
que importante la votación de investidura. Tiene que sumar Sánchez una mayoría
de 176 escaños y, evidentemente, las cifras de laPesoé y las de Unidas/Unidas no suman lo suficiente. En
segunda vuelta será otra cuestión. Será necesario el apoyo de otros partidos.
Por la parte de la derecha -PP, Ciudadanos y Vox- parece que no tiene nada que hacer. Así que se nos tiene que
ir para los de la izquierda. Un pacto a lo “franquestín”, para poder formar
Gobierno, procedente de retazos o retales.
Bien es cierto
que no todos le darán su voto favorable, sino que a algunos les valdrá con la
abstención, que es una manera de apoyar. Los de laPeNeuve –los que siempre terminan traicionando- perderán el culo,
con Aítor Esteban por delante, para
expresar su “sí quiero”, mientras que los partidos separatistas golpistas y
terroristas vascos se abstendrán. Antes de que eso se produzca, todos habrán
sacado su tajada. Y eso es tan preocupante como que gobiernen a la limón
laPesoé y los de la extrema izquierda chavista-comunista. El venezolano entra
también en el Gobierno español.
Sánchez, con su
egocentrismo y chulería, se ha atado él solo de pies y manos. A elPabloManué,
que obtuvo un mal resultado electoral –que tendría que haberle costado el
cargo, como al ciudadano Rivera-, está
como si hubiera ganado las elecciones; mejor no le ha podido salir. Hasta Valeria, la hermana de la joven Diana Quer, asesinada por un
“desalamao”, acaba de calificar al podemita de “payaso” por mostrase contrario
a la prisión permanente revisable. Y reflexiona la joven: “ahora que tiene una
hija quizá lo pueda comprender”. Pero, entiende poco.
Ya les digo,
preferible ser pobre, porque menuda se nos avecina, en lo que se refiere a las
perras. No les quiero decir nada ya sobre todo lo demás: el incierto futuro de
España. Casi nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentar con respeto