La comunista Montero y la explotación del ser humano

El amigo Sánchez sigue en sus trece de no decir ni una sola palabra en relación a la sentencia de los ERE fraudulentos, ya condenados, en su parte política, porque aún faltan ciento cincuenta piezas separadas. Para toda una eternidad. Pero, es como si hubieran quedado de acuerdo, porque el pepero Pablo Casado continúa desaparecido; ahora, aparecido. No se sabe lo que es peor, si lo del socialista o lo de laPepé. O ambas cosas a la vez. Los perjudicados, como siempre, los paganos, a los que los dos, con sus actitudes correspondientes, nos desprecian, nos toman por gilipollas.

Pero es que los dos, oigan. Sánchez pasa por delante de los medios de comunicación y hasta dice hola, no sin esfuerzo, mientras que el dirigente pepero ni aparece, por tanto, ni pasa. ¡En dónde se ha metido Casado, en dónde lo tienen guardado! Malos consejeros tiene el de laPepé, se ha dejado tragar por la parte de Rajoy. Ya en las Generales la pifió con poner a la expresidenta de las Cortes como segunda por la lista de Madrid e ir colocando por las provincias a gente del expresidente. Y la está pifiando ahora con no salir a opinar sobre la sentencia de los ERE fraudulentos de Andalucía. ¡Porque algo tendrá que decir, digo yo! Pero algo contundente, convincente. No como hace, exigiendo que se aplique Sánchez lo que el socialista le exigió a Rajoy. ¡No convence el pepero!

Mientras los de laPsoé aprovechan al menos la sentencia para ver si se pueden cargar a la lozana Andaluzzzza, Susana Díaz. Puede que en esta ocasión Sánchez lo consiga, que buenas ganas le tiene. Aprovechan los de La Moncloa para difundir que todos estos hechos se produjeron cuando ella era secretaria general de los socialistas andaluces y que fue la "niña" mimada de Griñán -condenado a prisión- y el que la aupó hasta la presidencia de la Junta de Andalucía. O sea, que algo sí que le toca del escandalazo; sin embargo, no es cosa de laPesoé de ahora, como defiende Ábalos, y menos de Sánchez, que para entonces era concejal en Madrid. Todito nos lo consienten, menos tocar a laPesoé.

Pues, ala, nada, nada, a por la andaluzzza. Que por si fuera poca cortina de humo para salvar a laPesoé de toda culpabilidad, ya hicieron coincidir el relevo del entrenador de la Selección Española de fútbol con la publicación de la sentencia de los ERE. Que eso del fútbol también distrae y mientras se habla de fútbol no se habla del macrofraude de los socialistas, más de setecientos millones de euros al garete -y al vicio-, destinados a los trabajadores en paro en Andalucía.

Pero, por si la distracción fuera poca, con tal de mitigar el impacto de la sentencia de los ERE, van y nos filtran la denuncia realizada contra Irene Montero -la compañera del podemita de extrema izquierda, el comunista, elPabloManué- por parte de una escolta que había contratado para cuidado y defensa de los suyos. Pero, esta, "laMontera" como su compi de partido Echenique. Resulta que la mandaba a hacer la compra al super, vamos la recadera particular, pero, además, fuera de horario. Es decir, la escolta hacía horas extra de recadera y, por supuesto, sin cobrarlas. Pero no sólo eso, la obligaba a hacer tareas de mantenimiento del casoplón y de los vehículos de los dueños, o sea los de los dos dirigentes podemitas. En resumen: escolta, recadera, mantenedora del casoplón y mecánica de coches. Todo en uno. Un solo sueldo y horas extras a mogollón, sin cobrar, por supuesto.

Es verdad, y como dicen por ahí, no debas a quien debió, ni sirvas a quien sirvió.