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sábado, 30 de noviembre de 2019

Los criminales nunca ganan

Con lo bien que lo resolvería con un mínimo de imaginación, educación y, sobre todo, cultura lo del Belén la comunista alcaldesa de Barcelona. Pero, no. El demonio la corroe por dentro. Todo lo que pueda encontrar para tratar de humillar a la cristianos españoles le es poco. ¡Pero cómo se equivoca la muy analfabeta! Como siempre, lo único que hace es tratar de denostar a unos para ensalzar a los otros. Crear, en definitiva, la disensión social. Enemistar a  los vecinos, a los amigos a los familiares. Es ley de la perra vida de esta comunista, que tiene por finalidad vivir bien, como una reina.
Como una reina, sí. Pero acomplejada. Pero viviendo bien, lo que no le quita de encima su ignorancia, su analfabetismo, su incultura; es más, todo esto le da alas hacia la maldad. Porque, es mala persona. Ella, al contrario que los demás, muestra su mala entraña cuando llegan estas fechas y se acerca la Navidad. Su espíritu navideño es el mal y lo exterioriza contra los cristianos, contra la cultura occidental. Pero ella de esa  cultura no tiene mucha idea y cuando oye lo de Occidental se piensa que es algo de extraterrestres.
Luego, es verdad, acierta, pero, ya digo, por pura maldad. Acierta en atacar a los cristianos, a una religión y a una cultura, que, por más que le pese -y le pesa mucho- son las de la mayoría de los españoles y europeos y todo el mundo occidental. Para lo que es capaz de malgastar el dinero público para hacer daño y, a la vez, sufragar a sus amigos los artistas o, digamos mejor, a los que ellos considera como tales.
Así que una vez más, un año más, unas navidades más, la obtusa alcaldesa comunista de Barcelona ha encargado a una amiga suya, de las que considera artista, el montaje del Belén. No ha defraudado la artista a la alcaldesa, como no podría ser de otra manera. Ha vuelto a armar el belén.
El montaje, que de artístico no tiene un pelo y sí mucho de asquito, consiste en unas cajas sacadas del trastero, en las que la artista, la vanguardista -será tal, porque lee mucho La Vanguardia, antes Española- ha logrado, imaginamos nosotros también, quedar su casa limpia de porquería para colocarla en la calle. Este almacén de la rúa alabado por los medios podemíticos, es ni más ni menos, una pura porquería. A la vez que ha limpiado su casa, la artista se ha embolsado cerca de cien mil euros, de los de los contribuyentes. ¡Todo por tirar la mierda de su casa a la calle!
Sí ha logrado la artista una cosa, que sería lo que le pidió como condición indispensable la alcaldesa comunista: hacer daño, como sea, a los cristianos, al mundo de la cristiandad. Ha desestructurado a una familia, la de Jesús, José y María; hasta los ha separado de los animales que les daban calor: la mula y el buey. Los ha metido a cada uno en una caja, y allá ellos, a sus suerte. Aunque, por más que lo intenten la comunista y la artista mandada no conseguirán su fin, porque la Navidad continúa y la familia del Portal de Belén también. Los criminales nunca ganan.

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