Sánchez no perdona el "copieteo"

Es como para fiarse de él. Ni los amigos, tan siquiera. Sánchez, el de laPesoé, ha pasado olímpicamente del Rey, de Felipe VI, y se ha erigido en candidato a la presidencia del Gobierno de España. Se está comportando, así, como un barriobajero, que ni sabe ni entiende de formas. No es por adelantar tiempo, que no. Desde que envió al Monarca a Cuba, ya se vio claro que no lo quería como testigo de cargo, a la vez que le anunciaba la creación de una España plurinacional, donde sobraban el rey y la reina.

Eso es, si duda, la idea que entre ceja y ceja tiene el comunista podemita, elPabloManué; pero, sabe bien que no puede, ni el ser rey, ni la su pareja sentimental, la mamá de sus hijos, laMontera, reina del uno al otro confin. Él está frustrado desde que vio la serie de Juego de tronos, que se lo cree todo y quiere ser como los de las pelis y pensó que Felipe VI iba a dimitir después de que le entregara en Bruselas los CDs con la serie completa. Se quedó con los cedés y sin el cargo que tanto le ilusionaba al republicano. Y puede que con más cosas, si su amigo del alma, el del abrazo, pega un revés.

Algo parecido le ha sucedido al socialista expresidente del Senado, Manuel Cruz, al que Sánchez se ha quitado de en medio de un plumazo, poniendo en su lugar a Pilar Llop, jueza especializada en violencia de género y que ha sido senadora por la Comunidad de Madrid. Miren, lo que no pudo ser, senador, pero por Cataluña, el fray Bailón, que lo echaron para atrás los golpistas. No se sabe, por ahora, si de manera negociada con Sánchez.

LaMaricheli, la catalana, sí volverá a ser presidenta del Congreso de los Diputados, porque así lo quiere Sánchez, aunque no se sabe cuánto durará, porque es posible que tenga que disolver de nuevo la Cámara para unas terceras elecciones generales consecutivas. No hay que descartarlo.

Manuel Cruz, ya digo, no volverá a repetir, principalmente porque le originó muchos quebraderos de cabeza a Sánchez, cuando se descubrió que era un plagiador profesional. Cada vez que se hablaba del presidente del Senado era inherente a su persona la coletilla de "el plagiador", lo que por connotaciones "estelares" salía a relucir la figura del presidente socialista elPedroQué? por la misma "trastada". Pero, ni el uno ni el otro han dimitido; es más, parece que al personal le importa muy poco que Sánchez, el doctor Sánchez, lo sea pese a que se ha demostrado que copió gran parte de su tesis doctoral. En cualquier otro país europeo, como hemos podido comprobar, un "copieteo" de ese calibre no se perdona. Aquí, sin embargo, sí.

El que no parece que copiara nada, pero nada de nada, aunque en sí resultara algo bueno para aplicar, fue el expresidente pepero, Mariano Rajoy, que anda vendiendo por ahí sus memorias, para el que tenga paciencia para leérselas. Presume el pepero de que nunca le echó en cara a Aznar sobre su presidencia; vamos, que no le pidió explicaciones de nada y que asumió toda la herencia que le dejó en laPepé.

Valiente muchacho, elRajoy, porque, vamos debe de ser  tradición en el partido ir engordando la bola, sin que nadie diga nada. Sin embargo, son muchas las cosas heredadas por Casado, y muy graves, como para que éste no diga nada y eche balones fuera. Más bien, todo lo contrario, ha asumido esos garrafales errores de Rajoy y ha asumido su nefasta influencia, la del sector rajoísta. Así le ha ido al joven Casado en las elecciones, pese a haber mejorado un poquito en relación a las anteriores. Pero es mucho lo que ha asumido Casado de Rajoy, porque muchos de los males que hoy sufre este país están originados en la dejadez de su antecesor, Rajoy, que él, injustamente, ha heredado.