Los servidores responden: ¡Sí buana!

Tan contento, Sánchez. Como que los demás somos tontos. Pero, es que se lo cree, en verdad. ¡Cuándo ha visto alguien que los militantes de un partido echen para atrás los acuerdos de sus líderes! Ya los han preparado para ello, ya les dan la pregunta manipulada para que salga el sí "buana". A los demás, nos la suda lo que puedan votar los militantes socialistas: ellos, tan contentos, porque se piensan que no son tontos y los jefes, más contentos todavía, porque echan toda la responsabilidad sobre los militantes. Así que todos tan felices: ellos se lo guisan, ellos se lo comen.

El caso es que aquí todos tiran para delante, pero nadie dice nada. Ni la extrema izquierda, ni el centro, ni la izquierda. ElPedroQué? acudió a votar su propia propuesta y animó a los suyos a que lo hicieran también, pero continúa sin decir esta boca es mía, en lo que se refiere al mayor escándalo de corrupción política, como es el de los falsos  EREs de Andalucía, por el número de personas afectadas y por la cantidad de dinero estafado, que, no quita, llegarán a los novecientos millones de los de euro. Un pizco, como quien dice.

Ya lo dijo Ábalos, desde el primer momento, que esto no afectaba a laPesoé de Pedro Sánchez, que, cuando mucho, era entonces concejal de Madrid. Y, ala, ya está. Lo dijo Blas, y punto final. LaPesoé sale inmaculada del escandalazo. No sucedió lo mismo con los dos millones de uros de la Gurtel, de laPepé, lo que dio alas a Sánchez para presentar una moción de censura contra Rajoy, aliarse con delincuentes y terroristas, y saltar del coche hecho añicos al lujo de La Moncloa. ¡Vaya cambio para la su Begoñita!

Miren si se lo saben montar bien los socialistas que en unos cuantos días, prácticamente, nos están haciendo olvidar sus vergüenzas -porque los falsos EREs de Andalucía son la vergüenza de laPesoé, pese a lo que predique Ábalos-, contando, eso sí, con los medios de comunicación afines y los plumillas "genuflexos", que son muchos los "apesebraos" y los "tripagradecidos".

No sólo es Sánchez el que calla sobre los falsos EREs de Andalucía, que poniéndose en su lugar, hasta se puede entender. Pero, qué me dicen del líder de la oposición, Pablo Casado, que continúa callado. Ni plasma, ni micrófono, nada. Está como si le hubiera comido la lengua el gato. Todo "quisqui" se pregunta para cuándo o cuándo se decidirá a pronunciarse. Por supuesto, que ya sabemos que lo hará en algún pleno del Congreso. Hasta entonces, lo que está creando es inquietud y ansiedad entre sus militantes; incluso, la división de opiniones entre ellos, provocada por su actitud. Y, hombre, tampoco es eso. Es hora de que entierre el "marianismo"; y, más que hora, una urgencia, una necesidad.

Tampoco dicen nada los de la extrema izquierda podemita, la pareja comunista de Galapagar. Tras la denuncia de una escolta mal tratada por laMontera, ni ella ni elPabloManué abren boca. La exescolta ha denunciado vejaciones y una deuda de treinta mil euros en horas extra. Pero, lo bueno, además, es que una asociación de escoltas ha denunciado que la contratada lo fue de manera ilegal, porque no reúne los requisitos para trabajar como tal. Ardía poco la hoguera, así que ya tiene esta más leña para azuzar el fuego. O, si no, que le pregunten al futuro ministro comunista, Echenique, que de estas cosas marrulleras de estafar a contratados y a la Seguridad Social se las sabe todas.