El alcalde envidioso y despreciable

En verdad, en verdad les digo que esta gente tiene el demonio metido en el cuerpo o, peor, ellos mismos son unos verdaderos demonios. Se conoce, también, que no tienen mucho que hacer en sus respectivos puestos de trabajo públicos. Ahora se le ocurre al alcalde de Manacor -población que el mundo entero sabe en dónde se ubica gracias a Rafa Nadal- que el tenista español número uno del mundo no es un buen manacorí, porque vive al "margen del municipio" y que la "manocoridad se practica, no se verbaliza".

Eso, para que nos vayamos enterando. Pero, si es poco, ahí va más. El alcalde manacorí, que a lo que se ve su "manocoridad" ni se verbaliza con respeto ni la practica con educación, critica al tenista español por haber creado una escuela de tenis y de tener un lugar privilegiado en el puerto deportivo para atracar su barco, lo cual es una verdadera mentira.

Como se podrán suponer, los ataques furibundos contra el tenista español -repito, número uno del mundo- solo pueden provenir de una mente enferma y malvada, retorcida al máximo, obtusa y perversa. Como no puede ser de otra manera, y ya habrán averiguado o deducido, el atacante no es otro que un miembro de Más Izquierda, un comunista de pacotilla, y como todos los comunistas malvado, perverso y, lo que es peor, mucho peor aún: envidioso.

Esta mente enferma es incapaz de comprender que, si no fuera gracias al tenista español, Manacor ni sería conocida en el resto de España, y mucho menos en el mundo entero. Hoy se sabe que Manacor existe, gracias a Rafa ¡Para nosotros, para muchas tierras españolas, querríamos tener un embajador como el tenista español, número uno del mundo! Hasta el perverso alcalde manacorí se está haciendo famoso gracias a Nadal. Es la única manera de hacerse famoso un perverso, de mente obtusa, aprovechando la fama, la personalidad, la figura y la imagen del tenista español. Eso es lo que más le duele al comunista alcalde, además de la envidia, que Rafa se sienta orgulloso de ser español.

Hay que ser cerrado de mollera, como el alcalde comunista de Manacor, para criticar la escuela de tenis de Nadal. Vamos, hay que ser mucho más que tonto, cuando en cualquier otro lugar -de España y del mundo- le habrían ofrecido al tenista gratis el terreno, incluso la construcción de la misma y el municipio habría corrido, al menos, con los gastos de mantenimiento del edificio. ¡Hay que ser imbécil, como el alcalde de Manacor, para no darse cuenta de los beneficios y la categoría que esa escuela da al lugar donde se instala! Mucha más categoría que la que le pueda dar el alcalde envidioso, que, ahora, por sus ataques al tenista español, se está haciendo famoso, pero no, precisamente, con categoría, sino por barriobajero y por su perversidad.

En cualquier población, que lo sepa el energúmeno alcalde, cederían gratuitamente al barco de Rafa un lugar privilegiado para atracar en el puerto deportivo. Hasta el barco de Rafa es un atractivo turístico, con los beneficios económicos pertinentes para el municipio. Si fuera un lugar de interior, igualmente, un alcalde medianamente "espabilao" le cedería gratis una plaza de aparcamiento para su coche -en lugar bien visible-, ya fuera el vehículo un Maserati o un Seiscientos, porque cualquiera de los dos, siendo de Rafa, atraería igualmente a los turistas. Las mentes cerradas y malvadas no pueden entender esto. Solo buscan, como el alcalde de Manacor, su lucimiento personal a cuenta de tratar -digo de tratar, porque nunca lo logran- menospreciar y desprestigiar a los demás, a los que, como en este caso, envidian a rabiar y la rabia los corroe. Están putrefactos mentalmente.

Ya puede, ya, hacer méritos el alcalde comunista de Manacor para llegarle al tenista español a los talones. Otro, en el caso de Rafa, ya se habría marchado con todos sus bártulos de ese pueblo. Ya se puede fijar el comunista en el tenista español. ¡A ver quién hace más manocoridad si él tratando de vilipendiar a Rafa o Rafa permaneciendo en Manacor! Rafa es Rafa. El edil de Manacor un despreciable alcalde.