La extorsión de Sánchez

De listillo y golfo consentido, Sánchez, el presidente en funciones del Gobierno de España, se ha pasado a extorsionador. El que se la hace se la paga y, si no, se la paga el que tan solo se le pase por la imaginación hacérsela. O sea, que bien sea por arriba o por abajo o por la izquierda o la derecha, Sánchez está dispuesto a no consentir nada que le pueda impedir permanecer en La Moncloa por tiempo indefinido. ¡Nada! La intervención de las cuentas de la Andalucía, coincidiendo, curiosamente, con las entrevistas que ha mantenido con el líder de laPepé, Pablo Casado, y la lideresa de Ciudadanos, Inés Arrimadas, así lo ratifican.

Además, la jugada ha sido a varias bandas, para comenzar la semana. El Gobierno en funciones interviene las cuentas de la Junta de Andalucía, gobernada por los peperos y Ciudadanos, que fueron quienes le arrebataron a laPesoé el reinado de años y años. ¡La venganza, mejor tomarla a sorbitos fríos! Lo increíble es que todos los maletos de esas cuentas proceden de 2018, cuando era la lozana andaluzzza, Susana Díaz, la que reinaba en ese taifas socialista, teniendo por consejera de Hacienda a la también socialista -y bien socialista-, la que hoy es ministra en funciones de Hacienda en el Gobierno de laPesoé de Sánchez, María Jesús Montero.

Sánchez le clava la navaja trapera a la ya caída y defenestrada lozana andaluza, a la vez que la salva, a la vez, de ser la responsable de esas cuentas, pero la salva solamente porque no está presidiendo el Ejecutivo andaluz, porque, si las cuentas de esa autonomía arrastran un déficit desmesurado, lo traen desde cuando ella gobernaba allí. Tampoco puede estar muy contenta la ministra en funciones de Haciendo, laMontero, porque se le ha visto el plumero, o dicho de otra manera: la incapacidad de su persona para llevar el control de la Hacienda de Andalucía, lo cual implica un mensaje de Sánchez, mensaje que se cae por su propio peso.

También Sánchez manda un mensaje a sus socios los golpistas catalanes por el estado de sus cuentas y los apremia para que lo apoyen en su investidura, a ser posible -sí es sí- antes de que acabe el año. Sánchez está dando un respiro, solo durante un tiempo, a los golpistas para que se lo piensen. Quiere dejarles claro que tiene la sartén por el mango, aunque no todo el mango también.

De listillo y golfo, ya digo, se pasa a la extorsión pura y dura, que ha aplicado sin piedad y sin culpa alguna a los peperos, a toda la comunidad autónoma de Andalucía, cuando el origen del mal procede de su propio partido. No se ha atrevido con Cataluña, al menos de momento, porque ya ha prescindido de plantearse tan siquiera contar con los peperos y los Ciudadanos para buscar, intentar y lograr su apoyo en la Investidura. Bien claro se lo ha dejado por separado a Casado y a Arrimadas. Él no les daría nada a cambio por su apoyo. Sánchez les ha pedido su voto -de abstención o de apoyo-, porque sí, sin renunciar al gobierno de coalición con los comunistas y al apoyo de los golpistas.

Destila odio y supremacismo Sánchez por los cuatro costados. Su engreimiento, su exacerbado narcisismo le acabarán produciendo una úlcera de estómago, no solo por las amarguras que le va a tocar pasar, sino, y también, por los somníferos y los ansiolíticos que se va a tener que tragar a causa de su socio preferente, el comunista elPabloManué, y el chantaje perpetuo de los golpistas.