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miércoles, 18 de diciembre de 2019

La república, imbéciles, no existe, los penaltíes sí

Mientras los del Tsunami Democrático fracasaba rotundamente en el Campo Nuevo los Cederrés y los Arraneros, de las Cup, y los Tsunamitas la armaban en las inmediaciones, mientras se jugaba el partido entre el Barcelona y el Real Madrid. "El clásico del miedo" se pudo celebrar dentro de la normalidad, más o menos, pese al lanzamiento de balones amarillos, poquitos. Pero, los terroristas prolongaron sus salvajadas tratando de que sus bestialidades se juntaran con la salida de los asistentes al encuentro. Los del nazi xenófobo la volvieron a armar con su apoyo, con su empujar y el derecho a la protesta violenta. Este elemento tenía que estar ya en prisión.
Anda elPuchi "desperao". Porque lo suyo, para él, era que se hubiera armado el follón a los ojos de los más de seiscientos cincuenta millones de espectadores que vieron el encuentro por el mundo entero. Se fue al carajo. Hasta los carteles de que España se sentara a hablar resultaron ridículos y los escribieron los indepes en Inglés, porque el Catalán no se conoce más allá de lo que ellos consideran sus fronteras, de su república catalana, que, imbéciles, continúan sin enterarse, no existe.
Si elPuchi anda a la desesperada en Bruselas, no menos lo están los republicanos del encarcelado delincuente Yunqueras, el del Golpe de Estado. Porque no saben a qué atenerse ante los de laPesoé. Tras las declaraciones de Ábalos esta mañana, incidiendo en que los republicanos han abandonado la vía unilateral y que pronto habría acuerdo para la Investidura de Sánchez.
Los listillos plumillas y "apesebraos" lamentaban lo que consideraban una metedura de pata imperdonable de Ábalos, mientras que los republicanos negaban y juraban y perjuraban que eso no es así y que no habrá investidura hasta enero. Pero, bien saben los republicanos Yunqueros que lo de Ábalos no era metedura de pata alguna. Amenaza, acaso; presión, puede. Pero no descartan, por un por si acaso, que elPedroQué?, Sánchez, se las pueda armar, porque, ya saben, este dice una cosa y no le importa desdecirse al minuto.
Bien saben los republicanos que Sánchez podría estar negociando otra opción para su Investidura, como puede ser la derecha. De hecho el presidente de laPepé, Pablo Casado, ha reiterado que sigue con la mano tendida a Sánchez, casi más que la que le ofreció a la puerta de La Moncloa. El tiempo, en breve, por cierto, nos lo dirá. Pero, desde luego, los republicanos se lo sospechan. O sea que no tanta metedura de para de Ábalos.
Si así están los republicanos golpistas, imaginarse pueden el estado del comunista elPabloManué, que se puede quedar sin su vicepresidencia del Gobierno de España. Y él lo sabe; sabe cómo es Sánchez y lo capaz que es de dar un golpe de timón que puede dar de la noche a la mañana, sin que le importen en absoluto las consecuencias: dejarlo en la calle.
No va a tener, no, unas Navidades muy pausadas el comunista. Porque, si se le tuerce el camino a la vicepresidencia gubernativa, a ello le habrá de sumar el escandalazo en las cuentas de su partido que investigaban los dos abogados a los que despidió, y la remodelación de la sede del partido, que se licitó en una cantidad de unos seiscientos mil euros y llevó al final algo más del doble. Poco claro lo lleva el podemita, tan poco claro como explicar los árbitros del Clásico los dos penaltíes que no pitaron al Barcelona.


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