Sánchez regala las embajadas a los golpistas

Cuando todavía suenan los ecos del follonazo que se ha armado en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) –y en la sociedad entera- en torno a la figura de la que será nueva Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, ya se comienza a ver su mano negra en este cuerpo judicial. Sin más dilación, y eso que todavía no ha tomado posesión como nueva Fiscal jefe, el fiscal Pedro Crespo apoya en el Tribunal Supremo –Sala de lo Contencioso-, que se paralice la inhabilitación del nazi y xenófobo presidente del Generalidad catalana. Para esto, y lo que se nos viene encima, ya no va a necesitar Sánchez a la Abogacía del Estado.

O sea, que de nada sirven las decisiones del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), ni de la Junta Electoral Central (JEC), ni de la Junta Electoral Provincial de Barcelona, que cada una en su "territorio", inhabilitaron al nazi por un período de año y medio y le facturan una multa de treinta mil euros. Ahora bien, será el Tribunal Supremo el que tenga la última palabra, pero ya se encuentra ahí con la influencia de la fiscalía, con la mano negra de laLoles. No es ni más ni menos que la voluntad del presidente Sánchez, el de laPesoé, agradeciendo favores a los golpistas por su abstención en la Investidura como presidente del Gobierno "progresista" de Coalición.

Hasta tal extremo están llegando las concesiones del socialista a los nacionalistas catalanes que, ya ven, dos de los golpistas encarcelados ya disfrutan de un permiso carcelario de cuarenta y ocho horas, sin que la Generalidad haya consultado con el fiscal o éste hay podido supervisar si estos dos delincuentes pueden o no salir de prisión por el mero hecho de que lo decida la Generalidad. En cualquier caso, bien se lo pueden agradecer al juez de la Sala Segunda del Supremo, Marchena, presidente del tribunal que los juzgó y que hizo caso omiso a la petición fiscal de que ninguno de los condenados por el Golpe de Estado pudieran disfrutar de permiso alguno hasta haber cumplido la mitad de la condena. Es decir que los dos Yordis, condenados a nueve años de prisión, no podrían salir de la misma hasta cuatro años y medio de permanecer en la cárcel. Así, lo hacen con el cumplimiento de una cuarta parte de la pena. Gracias también, a la Abogacía del Estado, que pidió que el delito de los golpistas fuera calificado como de sedición y no como de rebelión, como así lo consideraban los fiscales.

Como que en viendo esto, en breves veremos a la mente intelectual del Golpe de Estado, a Oriol Yunqueras, por la calle, acompañado de todos sus compis de prisión, condenado por el delito de sedición. Y así será, en efecto, porque la Generalidad les dará un permiso para que acudan a declarar al Parlamento catalán para participar en la comisión del 155, creada por los golpistas para investigar todo lo acontecido tras la implantación de ese artículo.

Miren si se ven ya, de manera descarada, las cesiones de Sánchez a los golpistas, que, también en breves, se pueden convertir el traición al Estado. Mientras que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) acaba de anular el decreto de la Generalidad por el que se restablecían las denominadas "embajadas" catalanas -Reino Unido. Alemania, Estados Unidos, Italia, Suiza y Francia- tras un recurso planteado por el propio Gobierno de Sánchez, éste ha dado ahora el visto bueno a la apertura de otras tres -Argentina, México y Túnez-, que también habían sido impugnadas por el propio Sánchez, más en concreto por su ministro de Exteriores, Borrell, a que ahora deja con el culo "pelao" y al aire. Esto le da igual a Sánchez, que le da lo mismo.

Como el pretendido desplante a la Reina por parte de la ministra de Igualdad, la comunista y excajera de super Irene Montero. No hubo tal desplante como quieren vender algunos plumillas. Fue una "putadica" -una más de las que le esperan- del presidente Sánchez, que envió al acto de la Cruz Roja al ministro de Sanidad, cuando, en realidad, le correspondía a laMontera presidir el acto acompañando a la Reina. El que estuviera laMontera en esos momento en laSexta, en una entrevista, no es más que una coartada, un pretexto, que se buscó la excajera, para no aparentar verse menospreciada por Sánchez. Los podemitas tienen cancha libre en en esa tele y la aprovechan muy bien.