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sábado, 18 de enero de 2020

La admiración de Sánchez por las juventudes hitlerianas

¡Manda... hasta rosas a Sandra! Vaya morro; se lo pisan. Los del Gobierno de Sánchez, y Sánchez también, el primero por el camino del engaño continuo y de la contradicción profunda. Le da igual. Pero no es de ahora. Desde que este personaje apareció en la escena pública española se mostró tal cual era: un soberbio mentiroso, contradictorio -de hago lo que quiero cuando me interesa- vengativo y traidor a los suyos y a España. Está queriendo hacernos creer que parará a los golpistas con el diálogo y que con el diálogo arreglará España.
A las primeras de cambio, ya está el presidente del régimen "socialcomunista" amenazando a la comunidad murciana con los tribunales. Ahora se siente fuerte en el otro poder del Estado, al que llegará a doblegar por completo si sus integrantes no lo impiden, el poder Judicial. Domina ya la Abogacía del Estado -para vergüenza de estos abogados- y ha colocado al frente de la Fiscalía a la exministra de Justicia Dolores Delgado, laLoles, otra sin escrúpulos, que, ahí está, para solventar cualquier follón que se interponga entre la Justicia y el Gobierno. Por las buenas o por la malas, pero que se resolverá a partir de ya a favor del poder político, al que, por otra parte, ya no va a poder controlar ni el Parlamento, las Cortes, porque el día de control lo va a emplear Sánchez para reunir en Consejo de Ministros a toda la tropa.
Eso, que Sánchez va a llevar a los tribunales al Gobierno de Murcia por la aprobación del "pin parental", que pretenden implantar en esa comunidad autónoma española los de la derecha, a iniciativa de Vox, con el apoyo de laPepé y Ciudadanos. ¡Anda que no le ha venido bien esto a Sánchez y a su lugar teniente el comunista elPabloManué, expertos ambos en las cortinas de humo! Es una manera de darle importancia superior a la del Golpe de Estado, a la futura intentona de los golpistas y a la alta traición a España, que ya se ha iniciado por parte de laPesoé, de su líder, el presidente Sánchez, que lo es del Gobierno de España.
Ya podía tener esa celeridad de amenaza el Gobierno "socialcomunista" contra los golpistas, contra el régimen del nazi xenófobo catalán, por su intromisión en las escuelas, colegios, institutos y universidades, donde desde hace años están implantando su manera de enseñar en el odio contra todos los que no son catalanes, en los símbolos nacionalistas y con ahínco feroz en contra de la enseñanza y libertad de elección del Castellano o Español. Los "socialcomunistas" le admiten todo a los golpistas. 
A eso lo llaman diálogo. Vamos que dicen que están desjudicializando la política, pero no ocultan la descarada y vergonzosa politización de la Justicia. ¡Ni la amenaza con la Justicia contra todo aquel que se "mueva", como es el caso del Gobierno de Murcia! Se podrá estar o no de acuerdo con el "pin parental", oigan, pero lo que un Gobierno no puede decir es que los hijos no son de sus padres ¡Coñe, que eso es muy gordo! Y venir a rematarla hoy el ministro de no se sabe cuántas cosas, el tal Ábalos, que ha asegurado que "no es la libertad de los padres, sino la libertad de los hijos la que hay que asegurar". Ábalos es, de profesión, maestro. ¡Joer, entonces que los padres se vayan a pasear a Valorio! ¡Si no tienen nada que decir!
Y no es eso, hombre, no es eso. La Justicia tendrá que intervenir en la política cuantas veces sea necesario, tanto en Cataluña como en Murcia o en Carabanchel Alto. Lo que no se puede hacer es llamar a los muchachos hijos de puta. Eso está muy mal, que tienen padres. Porque, miren, de aquí a muy poco tiempo, van a convertir a los niños en las juventudes hitlerianas, como ya sucede en el régimen de los golpistas catalanes, a los que tanto quiere y aprecia el Gobierno, cuyo presidente, Sánchez, está encantado con reunirse con el nazi xenófobo.


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