Ábalos, mentiroso, mal educado y macarra

De Sánchez ya es sabido y comprobado que es un mentiroso compulsivo. Lo peor es que este virus se lo esté contagiando a su ejército de ministros con tanta facilidad como parece que se contagia el del coronavirus. Que Dios nos coja "confesaos", por lo uno y por lo otro. Es que si ya laViceCalvo quedaba en evidencia por sus mentiras sobre la unificación en la Unión Europea del delito de sedición -en algún país socio está penado con la cadena perpetua-, el que ahora queda en evidencia, como un verdadero mentiroso ante España y toda la Unión es el ministro Ábalos.

El secretario de Organización de laPesoé y ministro del Gobierno de Sánchez, Ábalos, había desmentido por activa y por pasiva haber mantenido un encuentro con la número dos de Maduro, la "dulce Delcy", que es más mala que un pedo retenido, para que se vayan haciendo una idea. 

Nada, pero como quien dice en un periquete, Ábalos se tuvo que retractar de lo dicho. Se le había descubierto la mentira. Había estado en el avión venezolano "aparcado" en Barajas, donde viajaba laDelcy, que acompañaba al ministro de Turismo venezolano. La de Maduro tiene prohibido pisar suelo europeo, por eso se pasó en el avión más de catorce horas y por eso subió al avión el ministro Ábalos.

Todo ello se produce cuando Sánchez se ha negado a recibir a Guaidó; lo más, será la ministra de Exteriores quien lo reciba, aunque se da la circunstancia de que ésta está en Marruecos, a ver si desenreda el entuerto de las aguas territoriales. Guaidó ya ha sido recibido por el primer ministro británico y lo será también por el francés. España, más bien laPesoé y el Gobierno "progresista" de Sánchez siempre dando la nota.

Ahora que, no hay mal que por bien no venga. El expresidente del Gobierno Felipe González ha "saltado" contra Sánchez, por esto y se supone que por toda la actuación y trayectoria de elPedroQué? Sánchez afirma que Guaidó ha de ser reconocido como único "presidente legítimo" de Venezuela. Por contra, el otro expresidente socialista español, elCetapé, apoya a Sánchez y cree que ha acertado con no recibirlo.

Claro, claro, si recuerdan, elCetapé era el intermediario entre la oposición y Maduro. La oposición no puede ver a elCetapé, mientras que es alabado y reverenciado por lo bolivarianos; hasta el punto de que cuando elBambi se despide de la "dulce Delcy" ésta le contesta con un: "ciao mi príncipe". Otro que quiso ser Rey y se quedó en eso, en el príncipe de Delcy. Y si recuerdan, también elCetapé hace grandes migas con el comunista y vicepresidente del gobierno elPabloManué, que se iba en lágrimas cuando falleció el anterior presidente venezolano Chávez. Todo concuerda. Todo tiene un hilo conductor.

Algo sí que ha logrado Sánchez con su actitud, y que no es otra cosa que poner de acuerdo a la oposición. La derecha -LaPepé, Cuidadanos y Vox- le piden que dé explicaciones y para Ábalos exigen su dimisión. Pero Sánchez por no contestar no contesta ni a los periodistas, y durante su visita a FITUR se blindó de tal manera que impidió -sus escoltas- a los plumillas acompañarlo en el recorrido. Sin embargo, Ábalos se enfrentó macarrónicamente a uno de esos plumillas. De tal manera, oigan, que parecía que le iba a zurrar. Ni pidió disculpas por su actitud claramente amenazante y coercitiva. ¡Los macarras, macarras son!

Este otro, además de macarra es nazi y xenófobo. Es el presidente, o no, de la Generalidad catalana. Amenaza con denunciar a la Junta Electoral Central y se monta historias de persecución, y demás. Cuando lo único que hace es no cumplir las leyes, pasarse todos los dictámenes judiciales por la entrepierna, incluidos los del Supremo. No es para menos, se siente avalado y amparado por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, con quien se va a reunir en breves en amor y compaña. Otro que tal baila, Sánchez. Quiere ser Rey, pero mal encaminada anda. El Rey le comió los piñones, una vez más, en esta ocasión, desde Israel, cuando Sánchez presumía en Davos, donde ni siquiera el presidente de los Estados Unidos le dirigió la palabra. No es para menos. Trump ya sabía que Sánchez no iba a recibir a su protegido Guaidó.