Qué solos se han quedado nuestros muertos

¡Mírenlos, qué contentos! Son como niños con zapatos nuevos. ElPedroQué? y el comunista elPabloManué, unidos por el "pacto del abrazo", renovado y bien renovado en el Congreso de los Diputados. Estaba tan contento e ilusionado Sánchez que apenas podía aguantar las lágrimas, aunque, en el fondo, no se sabe si por lo que le espera, lo que le falta por llegar con su socio preferente, el del Gobierno de progreso, en el que todavía está por ver quién es más pillo, quién miente mejor al otro y si entre los dos son capaces de engañar en comandita a la ciudadanía. Está por ver quién es el primero que acude a su farmacéutico a por ansiolíticos o tranquilizantes o ambas cosas a la vez. O si, por contra, seremos los ciudadanos los que agotemos ambos medicamentos.

De momento Sánchez se llevó un gran chasco con el anuncio del "no" de la diputada de Coalición Canaria, cuyo partido había resuelto abstenerse. Ana Oramas, por su cuenta y riesgo, por dignidad, se saltó a la torera el acuerdo de su partido al ver los derroteros de las intervenciones de Sánchez. Corre el riesgo de ser expulsada de su partido. Pero, le da igual. Los acuerdos del socialista con los golpistas le parecieron inmorales. 

¡Olé sus cataplines! Los que les faltan a muchísimos diputados de laPesoé para oponerse a su jefe de filas. Son unos "cagaos". Antes se buscaban a dieciséis diputados valientes que se opusieran a la Investidura de Sánchez. Ahora solo hacen falta uno, dos o tres. Coñe, aunque solo fuera uno, como pedía Arrimadas. Pero, claro, el sueldo es el sueldo. Y, ya se sabe, el que se mueva no sale en la foto, que el amo de laPesoé es el que decide las listas electorales. Eso, que el sueldo es el sueldo, y muy suculento, por cierto.

Empezando por el jefe, que no quiere dejar la casa donde tiene el colchón y por la que no paga alquiler. El engreído y chulesco Sánchez, el impresentable Sánchez, también ama su sueldo, y claro, su puesto, porque no tiene otro trabajo, jamás ha trabajado en otra cosa que no sea laPesoé y la política. Por eso es capaz de vender España por un plato de lentejas, de adjurar de la Justicia y de no hacer cumplir la Ley. Hasta tal punto llega este hombre por mantener su casa de La Moncloa que en el debate de Investidura aceptó sin rechistar todo tipo de imprecaciones que le lanzó el golpista Rufián, quien le dio a él y lanzó improperios a diestra y a siniestra, sin que el socialista le parara los pies. El golpista, analfabeto funcional, se rió de España, de la democracia, de la Justicia, y porque no le dio tiempo a más que si no no queda títere con cabeza.

Los de la derecha no estuvieron mal, cada uno a su manera. Casado demostró que realmente Sánchez es un inepto, que ha comenzado la carrera hacia la prevaricación. Abascal lo avisó de que con VOX no se juega. Arrimadas supo suplir a Rivera y también le contó las verdades del barquero. Pero, a Sánchez esto ni le va ni le viene; solo espera al martes para ser investido, con la cantinela de la amnistía que le exigió elRufián para los golpistas encarcelados y la de los de la derecha, en el sentido de que el condenado e inhabilitado nazi y xenófobo presidente de la Generalidad catalana no esté todavía donde tiene que estar, que es en la cárcel, haciéndole compañía el republicano Yunqueras.

El que también estaba muy sonriente, y no es para menos, porque de ser un don nadie comunista va a pasar a ser vicepresidente de un Gobierno de España, era el podemita comunista, elPabloManué. Se mostró enormemente agradecido a los golpistas presos y a los independentistas por ello. No es para menos. Quién se lo iba a decir a él.

Pero, sobresaliente por su carga humana, fue la intervención desde el escaño de la popular Teresa Jiménez Becerril. No pudo por menos de expresar su rabia, como la que no tenemos más remedio que reprimir muchos españoles, al escuchar al de laPesoé afirmar que fueron Zapatero y Rubalcaba, o sea su partido, los que acabaron con ETA. Este vende relojes a perragorda y todavía no se ha enterado de que fueron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado -Guardia Civil y Policía Nacional- quienes acabaron con el terrorismo. A ETA la ha mantenido viva laPesoé, y en particular Zapatero. De hecho, y eso es lo más indignante, los terroristas cuentan con representación parlamentaria y serán socios de Sánchez, al que van a poyar en la Investidura. Con razón decía el líder de la oposición, el pepero Casado que "qué solos se han quedado hoy nuestros muertos". Los españoles asesinados por la banda terrorista ETA. No se equivocaba. Solo le falta a los de laPsoé saltar sobre sus tumbas, junto a los etarras.