Sánchez, y una rectifiación más

Aunque poquito a poco, le van saliendo a Sánchez moscas cojoneras en su propio partido. El expresidente del Gobierno Felipe González lo vapuleó con el "caso Ábalos", a él y al impresentable calavera y también expresidente del Gobierno de España, elCetapé. No es la primera vez que González contraría a Sánchez -y esperemos que no sea la última-, como tampoco es la primera vez que los barones García Page -de Castilla-La Mancha- y Fernández Vara -de Extremadura- manifiestan públicamente su disconformidad con el presidente Sánchez. Porque, sencillamente, creen que está llevando a la ruina a laPesoé  y a España y, en particular, a sus reinos de taifas.

Otro que le ha salido a la gresca a Sánchez ha sido el exVice de González, Alfonso Guerra, el que solo iba de oyente a los Consejos de Ministros. Gracioso el hombre, sí, tal como se ha mostrado hoy, con su sorna habitual, para reírse de Sánchez. Critica Guerra que el presidente del Gobierno se vaya a entrevistar con el nazi xenófobo de la Generalidad catalana. 

Guerra, desde luego, no mantendría, bajo ningún concepto, un encuentro con ese especimen, a no ser que fuera con fines antropológicos, para estudiar a semejante bicho. Aquí, que conste, siempre se le ha tratado al nazi como un retrasado mental, con el cerebro de un hombre del neandertal, sin ánimo de ofender a ese antepasado, sino situándolo en la época en la que vivió. Para Guerra, y en eso estamos de acuerdo, porque lo hemos venido diciendo desde que este impúdico apareció en la vida política, es un hombre de paja, un "tarao", como el otro "desquiciao" que está en Bruselas.

En conclusión, los independentistas y golpistas están en manos de verdaderos dementes: elPuchi y el nazi; y, cómo no, del santo mártir de la "patria catalana", el meapilas, con claros indicios de "tarao", con residencia en la cárcel de Lledoners. Por cierto, esta cárcel se ha convertido en un centro público de puertas abiertas, en donde entra y sale gente para ver a los delincuentes presos que intentaron el Golpe de Estado contra España. Ciertamente, no se sabe si quieren verlos por compañeros o por inquietudes antropológicas.

A ver si todos esos puntos socialistas, que actúan aislados se ponen de acuerdo y constituyen, de una vez, un frente común, en contra del presidente Sánchez, que de tanto arrejuntarse con los "taraos" independentistas puede salir contagiado de la tontuna de los golpistas y hasta caer en peligro de cometer algún delito, como puede ser, se me ocurre, el de alta traición. No va desencaminado, no, Sánchez. Es proclive el presidente a dejarse influenciar por las malas compañías, cuando se está pensando que está creando un gobierno de coalición, que a su vez es un Gobierno de progreso. Y no digo más.

De las que le va a armar su socio preferido, el comunista elPabloManué, ya le ha advertido también Guerra. El propio Guerra le ha declarado públicamente que no puede dormir bien pensando tan solo en que el comunista -y su compañera- está formando parte del gobierno socialista, del Gobierno de España. Antes era Sánchez el que solo de pensar en este extremo no pegaba ojo; ahora, son los demás, porque ven la que se nos puede venir encima a todos los españoles.

Y miren si está Sánchez influenciado por sus socios, los que le ayudaron a ser presidente del Gobierno, que ha despreciado una oportunidad única, la oportunidad de separarse de esas malas compañías, que ha vuelto a ceder ante los golpistas. Había anunciado que dejaría para mejor ocasión la constitución de la "mesa de diálogo". Ante el cabreo de los golpistas, ya ha echado marcha atrás. Ha cedido a sus presiones, y la "mesa" se reunirá como estaba previsto, antes de las elecciones catalanas. Encima, el nazi delincuente lo ha avisado de que en la reunión del seis de febrero -porque Sánchez se va a reunir con el delincuente éste- hablarán de independencia y del derecho suyo a decidir. Hasta un "tarao" como éste le impone la agenda y los asuntos a tratar. Hasta el tontales de Rufián lo trata de tú a tú ¡Malo, malo, malo!