Los moros acosan a Sánchez

En tiempos pretéritos nos orientábamos de la fortaleza del Gobierno correspondiente, más bien del régimen, a través de una infografía sobre la Bolsa que colocaba en su primera página el desaparecido rotativo vespertino Informaciones. Si la tendencia era al alza, malo para los ciudadanos; si a la baja, algo flojeaba en el régimen. Desde la entrada en la democracia ese sensor lo vienen marcando nuestros vecinos del sur, los moros de Marruecos, de los Hassanes, que se atreven contra España, que osan enfrentarse al Gobierno de España.

Esta osadía bien se refleja en medidas económicas contra nuestro país -saltarse los cupos de pesca o prohibir faenar a nuestros pesqueros en bancos que les son legales- o bien invadiendo territorio, como fue la isla Perejil, por poner por caso. Parecía que esas ínfulas provocativas -con las que ellos tientan la fortaleza de España- de los moros estaban apaciguadas, que dormitaban en el limbo de los justos.

Desde hace una temporada, coincidiendo principalmente con la estancia de elPresiSánchez en La Moncloa, los del reino alauita no se cortan, y de manera unilateral han ampliado sus aguas territoriales apoderándose de parte de las españolas en las Canarias. Malo, malo. Porque ese robo nos está indicando la poca fuerza y el poco miedo que da España en el extranjero. O si se prefiere el poco respeto que infunde el Gobierno de España.

Para eso, los moros, que no es que sean especialmente inteligentes, se las saben todas: ¡listicos, listicos! El coco no mete miedo. Miren si es así, que ahora se han sumado a la "guerra" de las aguas los argelinos. Argel, también de manera unilateral, ha decidido ampliar los límites de sus aguas, incluso cogiéndose parte del Parque Natural de la Cabrera. Aquí, como ven, no pasa nada. Si acaso algunos movimientos de la Armada española para marcar paquete, pero que a los moros de Argelia y de Marruecos se la suda.

Está Sánchez como para mirar para el sur. Si acaso afectara a Teruel, puede. Pero es que se la tiene jurada a la canaria Oramas. Más bien, Sánchez mira de reojo para su socio y amigo del alma, compañero comunista, el podemita elPabloManué, que mucho jurar lealtad y ya le ha abierto varios frentes, con Justicia y con Interior, principalmente. Con el esposo de laMaricheli, la catalana presidenta de las Cortes, a raíz de las libertades sexuales, y con Marlaska, que quiere endurecer las condiciones para las acogidas, nacionalizaciones de personas y etecé. y demás.

Y está apretando fuerte elViceDos. Tanto que está obligando a los dos ministros a retroceder en sus respectivos primeros proyectos. Es más, todavía no está aclarada la llegada a España de la número dos del comunista venezolano, Maduro. Ha tratado el podemita de pasar inadvertido en el "caso Ábalos". Pero, a nadie se le ocurre no pensar que por detrás pueda estar elViceDos, que se ha criado políticamente, y es muy posible que también en lo económico, a pechos de los bolivarianos. Es más que probable que el comunista se la haya colado a Sánchez, éste a Marlaska y el de los Interiores a Ábalos. Y unos por otros, el Gobierno en crisis.

Ahora que Sánchez se las ha arreglado para que los agricultores -que esa es otra historia- hayan decidido convocar una manifestación a las puertas de Villa Tinaja, ya que tanto los ha animado el podemita a "apretar", como el nazi xenófobo a los "cederrés" en Cataluña.

Está más que claro que algo se está cociendo en los intestinos del Gobierno "progresista" de coalición y que Sánchez trata de defenderse de los ataques de su ViceDos, que ya no dirigirá la mesa de negociación con los golpistas catalanes: acaba de decidir que su ViceUna, Carmen Calvo -su apaga fuegos particular-, formará también parte de los integrantes de la mesa de negociación para llevar la batuta cuando no esté él. Una manera de relegar y degradar al podemita.

Son muchos y muy graves los asuntos abiertos a los que tiene que hacer frente Sánchez. Su situación no es nada cómoda con los zorros, a los que metió dentro del gallinero, ni con los que lo acechan desde fuera. Sólo hay que ver la actitud de los moros.