Perpiñan, refugio de delincuentes etarras y golpistas

Ya ven qué concepto tiene el SantoPadre golpista de lo que es el mundo y la libertad. Se le va la chaveta al hombre, que, como no podía ser de otra manera, se considera el artífice de haber sentado al Estado español a una mesa para tratar la rebelión de los golpistas como un conflicto político. No se da cuenta de que Sánchez ha aceptado la "mesa de negociación" porque necesita los votos de los golpistas; en cuanto pueda, los mandará a freír espárragos. Para Sánchez no existen ni el Estado, ni las autonomías, ni los derechos a decidir, ni nada. Para Sánchez solo existe Sánchez, y la su Begoñita.

Así que no se haga ilusiones el golpista Yunqueras, ni predique que ha dedicado toda su vida al independentismo -que puede ser, ese es un problema- y que le ha costado demasiado caro. Eso sí que no. Le ha salido muy barato: condenado a trece años de prisión y ya va a salir de la misma. Si quiere, ya digo, pasar por santo también es su problema.

Pero que Perpiñán "vuelve a ser un puente hacia el mundo y la libertad" no se lo cree ni él. La localidad francesa ha vuelto a ser, una vez más, refugio de delincuentes: lo fue de la banda terrorista y asesina etarra y lo ha vuelto a ser de los golpistas catalanes. También fue refugio, recuérdese, de Marlon Brando y su película El último tango en París. Por allí se perdió mucho catalán salido.

El golpista Yunqueras apareció en un vídeo en el mitin del cobarde y fugado de la justicia española elPuchi, que se trasladó de su guarida belga hasta la localidad francesa de Perpiñán, a tan solo treinta quilómetros de la frontera con España. Dicen los independentistas y golpistas que allí se congregaron hasta más de ciento cincuenta mil personas. No fueron tantas, que ya sabemos cómo se las gastan estos mentirosos y manipuladores golpistas. No obstante, habría que investigar -lo que sucede que aquí nadie hace nada- quién ha pagado los seiscientos autocares que han fletado los golpistas y los bocadillos y comidas que han repartido entre los asistentes al mitin. Oigan, que es una pasta, un día de excursión y asueto para miserables muertos de hambre.

En cualquier caso ha quedado evidenciado que los golpistas están más separados que nunca y que al mitin, si son tantos como dicen que son los independentistas, han faltado más de un millón ochocientos mil. También se ha evidenciado que elPuchi no tiene huevos para cruzar la frontera con España, tan cerca que ha estado de ella. ¡Es un cagao! Ha instado a los asistentes y ausentes -que en teoría son muchos-  a prepararse para el asalto final contra el Estado.

En esto que el SantoPadre golpista no se le ha opuesto, como no se han opuesto a ello los delincuentes encarcelados por el Golpe de Estado del UnoaCero y que se han adherido a elPuchi. Efectivamente, sí, han apoyado en sus comunicados las palabras de elPuchi; es decir, para que se entere la jueza -acaso también "delincuenta"- que los está dejando en libertad, que estos ni se arrepienten, ni lo niegan, causa exigible para obtener beneficios penitenciarios.

También se trasluce de este mítin del chorizo elPuichi en Perpiñán que elPresiSánchez no ha hecho nada para impedir su celebración, como no va a hacer nada para traerlo a España como tal, como un delincuente huido de la Justicia española, si acaso propiciará su entrada en el país como un héroe.

Lo de la oposición, ya no tiene nombre. Los de Casado, y Casado también, se han dormido en los laureles y no han sabido reaccionar a tiempo,  pero ya desde hace tiempo, y tampoco han hecho nada para impedir que el golpista celebrara este mitin. Continúan Casado y sus asesores con falta de reflejos y siguen demostrando que no saben moverse en las relaciones internacionales. A "cornudo pasao", el toro les da con el rabo en la cara. De poco sirve exigirle al Gobierno francés que deteste la presencia de elPuchi en Francia. Sí, Macron sabe que elPuchi es un delincuente, pero también lo sabe el Parlamento Europeo y le permite ser europarlamentario y, encima, cobra por ello. La oposición ha perdido otra gran oportunidad, como la ha perdido en el Parlamento Europeo.