¡Quepaqué!
Si para lo único que nos va a servir es para gastar de nuestro dinero. Y,
además, en caso de ser condenado –que ya ni se sabe- en un plis plas, en la
calle. Anda que no se estará riendo el golpista, el tal José María Jové -ex número uno del otro golpista, Oriol Yunqueras-, al que acaba de
procesar el Tribunal Superior de
Justicia de Cataluña (TSJC), por
su participación y preparación del Golpe
de Estado del UnoaCero. La jueza
que lleva el caso lo acusa de desobediencia, prevaricación, malversación y
revelación de secretos. Casi nada. Como si de una broma se tratara.
Pero,
claro, a este elemento le da igual, porque no ha sido condenado todavía y ya se
ve en la calle, como todos los otros golpistas. Así que, se la suda lo que
pueda decir o no la jueza. Llegará a tiempo para sentarse en todas y cada una
de las “mesas de diálogo”. Así que
ya ven qué panorama. El presidente del Gobierno
de España sentado a una mesa con el nazi xenófobo de la Generalidad, inhabilitado, -o sea un
delincuente- y otro de los más activos del Golpe de Estado, Jové, procesado por
un montón de delitos. ¡Vaya interlocutores! Los otros, unas verdaderas joyas.
Ya
estará el chorizo éste buscando un puesto de trabajo para justificar la
petición de salida de prisión o la aplicación de las medidas de gracia que le
ofrece, por obra y gracia, el nazi de la Generalidad a todos los chorizos
golpistas –que no políticos- presos por su participación en el Golpe del
UnoaCero.
Ya
saben, el Santo Padre de los
golpistas, Oriol Yunqueras, ya tiene permiso para salir de prisión tres días a
la semana. Se va a dedicar a dar clases de Historia
–de lo que nadie duda que será Historia manipulada-, en una universidad privada
de Vic. Su amigo Romeva –que fue consejero de Exteriores de la Generalidad- también
ha encontrado trabajo para desarrollar durante sus salidas de prisión;
trabajará en una especie de ONG o
algo similar.
Lo
dicho, que Sánchez se acerca cada día más a protagonizar un delito de alta
traición por llevar a estos chorizos a La
Moncloa y tratarlos como si de autoridades de otro Estado se tratara, en desprecio a todos los españoles. Pero, no
sólo por eso, sino porque, ahora se ha sabido, les ofreció a los golpistas la
libertad de todos los delincuentes golpistas si a cambio se serenaban y
apaciguaban Cataluña.
Eso es
de extrema gravedad, aunque, de hecho, ya estamos viendo por dónde salen de
prisión estos chorizos –con penas de trece y doce años de cárcel-, por la puerta
grande convertidos en héroes, sin manifestar el más mínimo arrepentimiento por
el delito cometido. Y cuando todos sabemos que no se merecían salir y que sus salidas
serán volver a preparar otro Golpe, porque así lo anunciaron, que lo iban a repetir.
Sánchez
ha puesto en muy mal lugar a los tres pilares del Estado de Derecho: el Legislativo,
las Cortes Generales, que tendrán
que aprobar cambios en el Código Penal
para que el delito de sedición sea castigado con penas inferiores, con lo que
de ello se beneficiarán los golpistas para salir definitivamente de prisión.
Igualmente, pone Sánchez en el candelero al poder Judicial, dando la impresión de que puede manejarlo a su
libre albedrío; es decir, expresa el menosprecio total y absoluto de los jueces
y fiscales. Y por lo que se refiere al suyo, a su poder, el Ejecutivo, con los
hechos está demostrando que en absoluto le importa ser acusado de traición,
porque da a entender, también, que domina los otros dos poderes del Estado. O
sea, que de ahí a ser un bolivariano, un paso.
Así que,
nada, un poquito de paciencia, que, a no mucho tardar, pronto tendremos a los huidos
de la Justicia española, elPuchi y compañía, dando su mitin en Reus, o en cualquier otra ciudad
catalana; aunque, si a mal no viene, es capaz de trasladarlo a Madrid, protegido por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado,
a los que ya habrán preparado la logística por y desde el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), para que se sienta seguro
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