Coronaviruas para rato

Apaños nos "vamos". Los de la OMS, que son esos tíos que saben mucho de salud en el mundo, afirman que lo del coronavirus pasa a ser ya una pandemia. La presidenta alemana, Merkel, prevé -porque seguro que se lo han dicho- que el setenta por ciento de la población alemana llegará a estar infectada y la alcaldesa de Madrid, la pepera Ayuso, que está muy puesta en ello, espera un repunte del número de contaminados en dos o tres semanas. Aquí, en Europa, medio acojonaos por lo que se nos puede venir encima y allí, en las américas, el presidente venezolano ya encontró la solución.

El comunista y prosoviético Maduro afirma que lo del coronavirus tiene fácil solución. Solo hace falta tomarse una pastillita que se han inventado los cubanos, y ya está. Hombre, siendo así, tan fácil, podría pasar unas cuantas de esas pastillitas a sus amigos los podemitas para que no se infecten y, luego, en viendo los resultados, las tomamos los demás. Que ya saben el "bichito" ese no haces remilgos ni distingos: donde puede se cuela y al que Dios se la dé san Pedro se la bendiga. Ahí tienen Ortega Smith y otro compañero suyo de Vox, infectados; la exministra y expresidenta de las Cortes, Ana Pastor, también ha caído atrapada por el virus y dos concejales del ayuntamiento de Barcelona.

Hoy no se ha mostrado ni medianamente optimista el científico Simón, que ya saben quién era el único con ese nombre que había en el pueblo. Aquí es el que nos orienta de cómo va la pandemia, y hasta ha explicado cómo se contagia el coronavirus y sus picos y sus bajones. Pero, de aquí a mes y medio como mínimo, si no son cuatro meses, no nos quitamos de encima el bichito que nos regalaron los chinos.

Por cierto, que esa denominada Comunidad internacional está pasando olímpicamente de ellos, de los chinos. Se cree todo lo que les cuenta el régimen comunista. Veremos, con el paso del tiempo, las verdades y las mentiras de los comunistas, como cuándo, en dónde y porqué apareció el bicho, cuánto tiempo pasó desde ese momento hasta que lo declararon público -lo comunicaron a otros países- y si ya tienen una vacuna o antídoto y cuántos muertos e infectados lo han sido en realidad en China. Pasará, ciertamente, seguro, mucho tiempo hasta que obtengamos las respuestas verdaderas a todas esas preguntas. Y más si la Comunidad Internacional, como digo, está pasando de ellos.

Y aquí hay muchos contertulios ignorantes que no entiende ni comprenden para qué coge el personal y arrasa las estanterías del papel higiénico en los supermercados. La razón es muy sencilla, y obvia: para limpiarse el serete. ¡A ver si se enteran!

Sin embargo, la vida sigue, aunque no igual. Y los golpistas a lo suyo. Hasta al enano Calvé, el de la moleskine, se la suda y no ha declarado ante el juez del Tribunal Superior de Cataluña, que lo va a juzgar por su participación en la preparación del Golpe de Estado. Se la suda, ya les digo, porque, además, es uno de los participantes golpistas en la "mesa de negociación" entre los gobiernos catalán y de España. Ya me dirán si el asunto no tiene su guasa. Y, aunque  lo condenen, en dos días estará en la calle.

Éste sinvergüenza y chorizo se sienta con Sánchez en una mesa de negociación, descojonándose de España, de todos los españoles y de la Justicia. Éste para Sánchez es como Otejjji, el terrorista etarra, para el impresentable expresidente de España, elCetapé: un hombre de bien. ¡Manda güevos! No, si ya le han dicho a Sánchez los de la Asociación de Víctimas del Terrorismo -durante el acto de conmemoración del 11M- que deje de negociar con los terroristas de Otejjji y que deje de blanquearlos, que no quiera ni pretenda cambiar con ellos la historia.

Lo único bueno que nos ha traído el día ha sido la suspensión de la final de la Copa del Rey. A mí, como si no se celebra. Para escuchar a los seguidores de los dos equipos vascos cómo silban al Rey, a la bandera de España y al Himno, se podían quedar en casa. Mejor aún, que no jueguen para estar en la final.