La mano que mece la cuna

La solución es muy sencilla. Si el nazi xenófobo delincuente inhabilitado presidente de la comunidad española catalana no cumple con lo decretado por el estado de Alarma, hay ya previstas sanciones para todos los infractores. Desde multas de cien euros a ingresos en prisión. Sencillo. Está todo -o casi todo- especificado en el decreto. No hay que plantearse más problemas. Se ejecuta el mismo y el chorizo a prisión. ¡Que salgan los secesionistas a manifestarse! Y el nazi a hacer compañía a los de Lledoners. Que, por cierto, es de suponer que ahora no salen de la cárcel, porque todas las empresas, en las que trabajan de manera fantasma, están cerradas.

Siempre tienen que ser ellos, los insolidarios políticastros catalanes los que den la nota. También el independentista de laPeneUve, que, aunque se ha plegado a obedecer, hay que estar atentos porque los peneuvistas siempre traicionan. No son de fiar. En esta ocasión la que también se ha mostrado díscola ha sido la presidenta madrileña, Ayuso, que al final ha llegado a un acuerdo con el Gobierno de Sánchez para que no se abran las peluquerías. Bueno, un poco peor "peinaos", pero presentes.

De todas formas, ya le ha dado un toque al nazi la ministra de Defensa. Ya le ha advertido Margarita Robles que si no sigue las normas deberá abandonar la política. Por las buenas o por las malas. Así lo hemos entendido todos. Por ello, no estaría de más que la advertencia se hiciera más efectiva, patente y palpable con la presencia de efectivos del Ejército en las calles catalanas.

Estos golpistas no se merecen otra cosa que no sea la repulsa de toda la ciudadanía, incluida la catalana. Son despreciables en sus actitudes, en sus provocaciones, en su xenofobia. Todos estos dirigentes independentistas nacieron con alguna tara. Pero, sobre todo, la exconsejera de Educación, Ponsatí, huida de la Justicia española y ahora europarlamentaria -una delincuente en el Parlamento Europeo- que ha deseado a todos los madrileños que se mueran, y por extensión a los demás españoles: "De Madrid al cielo" escribió en un tuit, que respaldó inmediatamente el otro nazi, elPuchi. Muy infectados debían tener los respectivos úteros de sus respectivos mamás para llegar ellos al mundo con tanta podredumbre encima. Se necesita tener mala entraña para expresar este deseo, y más cuando sus propios paisanos están inmersos, como los demás, en esta tragedia. Este deseo asesino no puede pasar desapercibido en el Parlamento Europeo. Los europarlamentarios constitucionalistas deberían reprobárselo allí mismo y obligarla a abandonar su escaño. Seguro que a esta elementa una mano le meció la cuna.

Y si teníamos poco con el corona virus, saltó hoy a media tarde el escándalo en la Corona. El Rey, Felipe VI, ha renunciado a la herencia de su padre, el Rey emérito Juan Carlos I. Y no sólo eso, sino que el hijo le ha retirado al padre la asignación Presupuestaria. Se desliga así el Rey de toda actividad protagonizada por su padre, lo repudia, en el "caso de las comisiones" recibidas por Arabia Saudí, cien millones, de los que le pasó más de sesenta a la su amiga Corina. Eso dicen, y que el dinero está en Suiza, en una fundación, y que Felipe VI figura como segundo heredero de la pasta.
El Rey ya ha movido ficha, en una dura y, seguro que para él dolorosa y acertada, decisión. Aunque, precisamente el escándalo de las comisiones ha saltado, casualidad, en unos días en los que el país vive una grave crisis a causa del coronavirus y cuando se está cuestionando al Gobierno por sus decisiones al respecto, unas decisiones tardías e insuficientes, en particular con todo lo referido a los aspectos económicos.