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miércoles, 25 de marzo de 2020

Un país de luto y un miserable

En efecto, y ya era hora de que se lanzase así el líder de la oposición, Casado. Estamos de luto en este país. El coronavirus ha provocado más muertos que en el propio país de origen, China. Los ha provocado ese virus, que, quizá ha contado con un aliado, que ya se verá en su momento, cuando salgamos de ésta. Hay que esperar a la salida. Pero, al menos hoy, el jefe de la oposición ha destapado las miserias de este gobierno y su presidente en relación a su actuación y gestión de la pandemia, que son muchas. Porque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volvió a lanzar un mitin tipo castrista en el Congreso de los Diputados.

Ni justificó de manera convincente su actuación en la crisis y lo que prometió, que tampoco fue emocionante, no se lo cree ya nadie. Volvió a escudarse en los científicos, en el equipo que asesora al Gobierno, cuyo máxime responsable es el único que había en el pueblo, que una mano llevaba la pala y en la otra el azadón, Fernando Simón. Pero, ¡no lo cesen, por favor, no lo cesen! Es la única manera de que nos lleven la contraria. Porque Simón es uno de los máximos responsables de que este país se vista de luto, junto, por supuesto, a los responsables políticos.
Ya digo, habrá que esperarlos a la salida. Aunque algún juzgado ya se ha adelantado y ha comenzado a investigar al delegado del Gobierno en Madrid, por permitir la manifestación del 8M y otros actos masivos celebrados ese fatídico día. Habrá que esperar a la salida, cuando llegue el tiempo del duelo que hoy no podemos ofrecer a nuestros muertos.
Estuvo bien Casado, desnudando a Sánchez en sus mentiras, ofreciéndole, una vez más, la creación de una comisión de seguimiento de las actuaciones en la guerra contra el coronavirus; aunque, debió de ir más allá. Debió exigirle un Gobierno de Salvación o de Concentración. Aún así, a pesar de la desinformación a la que está sometida la oposición, y con ella todo el país, Casado le ofreció el apoyo, por "responsabilidad institucional", para prolongar el estado de Alarma.
Menos mal que Casado nos enteró de que ha hablado dos veces con Sánchez por teléfono, tan solo dos, desde que comenzó la crisis y que su partido le había hecho a Sánchez más de doscientas propuestas, a las que ha hecho caso omiso elPresi. Será porque son muy malas, o más bien porque es terrible el desprecio que Sánchez tiene por la oposición y, por tanto, a sus millones de votantes, que también son españoles. Por eso, confiamos en que laPepé lo esté esperando a la salida, a Sánchez, con todos los argumentos que los hay, y sólidos.
Igualmente, Casado hizo bien en acusar a Sánchez de haber realizado indultos a escondidas y de estar preparando los de los golpistas, sus socios para la aprobación de los Presupuestos. Y, muy importante, le lanzó a la cara su cobardía para enfrentarse a su socios comunista, que se permitió la licencia de convocar una cacerolada contra el Rey desde el mismo palacio de La Moncloa. No se atreve Sánchez contra su socio -que espera paciente a asestarle la puñalada trapera-, al que ha colocado de rondón, a oscuras, con trampa, en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Uno de los actos más oscuros que haya podido realizar un presidente de España en toda nuestra historia democrática.
No estuvo mal, tampoco, el dirigente de Vox, el tercer partido del Congreso, pese a que les pese al comunista y a Sánchez. Pero, como siempre, y no aprende, el barriobajero comunista y portavoz podemita, un tal Echenique, volvió a demostrar su baja catadura, de un verdadero sinvergüenza y mal educado, soltando mala baba. Su intervención destacó por "faltón" y por sus insultos a la oposición. Un miserable. Deleznable, el defraudador a Hacienda, el que pagaba con dinero negro a sus cuidador. Un miserable. Para que se vaya dando cuenta Sánchez de quiénes son sus socios en el gobierno "progresista" de coalición.

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