En dónde estaremos el "puente" de mayo

Boquiabiertos nos dejó esta mañana elEnterrador, Simón. Por nada, que dice que tenemos que aprender de los chinos y esa gente de allí, que van con mascarillas a todas partes. Vamos que lo de sus mascarillas es como aquí las gafas de sol, un instrumento cotidiano y necesario. Pero, oigan, que lo dijo y se quedó tan pancho, casi casi como que riñéndonos. Pues, miren, que bien cerquita tenía al ministro del ministerio de la Filosofía de la Sanidad, el ministrillo del ramo. Uno decía que tendríamos, si acaso, un contagio que otro, mientras el otro insistía en que no eran necesarias las mascarillas.

Ya ven a dónde nos han llevado el uno y el otro. Ahora, en plan disimulo, elEnterrador nos trata casi como si fuéramos bárbaros, que tenemos que aprender un huevo de los comunistas; vamos que algo así como mal educaditos, que nos sacan avenidas de kilómetros de largas por delante los chinos. En definitiva, que nos pongamos máscaras, que ya está bien de ir soltando virus o recogiendo virus, que eso no es bueno para nadie. Joér con elEnterrador, mejor se quedaba calladito, en casa, disfrutando de la cuarentena o que, de lo malo malo, nos la deje disfrutar a nosotros. Si no se va a terminar el mundo porque no salga unos días en la tele. Si hay más gente que puede hacer su labor, y probablemente mejor. Ya parece como la presentadora de Telediario, Ana Blanco, que es tan antigua como Noé.

Ahora que lo del ministrillo de Filosofía de la Sanidad se las trae. Miren que insistió en que no eran necesarias las mascarillas, excepto para los que podían contagiar o el personal sanitario. Insistió mucho. Pues, donde dije digo digo Diego. O sea que nos va a recomendar que nos pongamos todos las mascarillas. Sí, hombre, sí, el personal encantado, siempre que nos diga en dónde las podemos adquirir. Si es como que parece que quiere reírse de todo un país. Tal cual. Si ya la gente se lo piensa tres veces antes de salir de casa para ir a la farmacia a por la medicación del tratamiento, porque no hay mascarillas.

Y que el uno nos llame mal educados por no llevar las mascarillas y que el otro nos vaya a exigir que nos las pongamos. Y que los tengamos que aguantar ¡Menudo tándem de gilipollas! Que ya va uno estando harto de tanta imbecilidad. Si no saben -y es cierto y está comprobado que no saben-, que se vayan. ¡Por Dios, que los cambien, que todavía queda gente letrada en los dos campos!

Y temblando que estamos, sí señor. No porque vayan a ampliar el plazo del confinamiento o cuarentenas, que, afortunadamente -salvo estúpidos contados que se lo saltan- lo sobrellevamos con paciencia y dolor, sabiendo cuánto sufrimiento tenemos fuera de nuestras casas, sino porque parece que sólo sería hasta el 26 de abril. De ahí en adelante qué. Que se nos acera el puente del primero de mayo. También nos van a animar los socialcomunistas, a través de sus medios afines, a que salgamos a manifestarnos masivamente el 1M y que luego comencemos los traslados masivos a las costas o a la montaña. Pues, estos son capaces, porque son unos verdaderos incapaces.

Por si alguien no había caído en quiénes son los estúpidos que se saltan el confinamiento o la cuarentena, ya saben, no busquen más: el presidente del Gobierno, su ViceDos y la compañera de éste, entre otros.