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jueves, 2 de abril de 2020

Pero para qué, entonces, el confinamiento

La desgracia del coronavirus sigue cebándose con España: 10.000 fallecidos, más de 110.000 contagiados, y va el ministro de Sanidad, elministrillo Illa, el filósofo de profesión, y nos acojona amenazándonos. Sí todos estos de la socialcomunista no hacen más que faltar, amenazar y provocar la disensión entre los españoles. Illa, con su pensamiento de filósofo -será por eso, porque de medicina y salud no tiene ni repajolera idea- está planteándose dejar salir a la calle con niños y a hacer deporte, según como nos vengan dadas en los próximos días. Los de los perros, a su aire.
Si esto no es una gilipollez, que venga Dios y lo vea o, en su caso, Lenin o Stalin, o sus equivalentes,  Putin y Maduro. O sea que nos estamos "chupando" una cuarentena de aúpa, y que no tenemos ni la más mínima certeza de cuándo acabará, y el filósofo impenitente ya nos quiere echar a todos a la calle, como en la manifa del 8M. ¡Qué sentido tiene el confinamiento! Y el cepillarse la economía haciendo un cierre casi total de todo lo no imprescindible.
Coñe, que no puede ser que un tipo filósofo sea el que, por delegación esté asumiendo la responsabilidad de la pandemia, cuando no tiene ni idea de lo que es esto. Mal él, cierto; pero demencial el que lo puso a él y a su jefe científico elEnterrador Simón, al que no cree ya ni el apuntador. Sin embargo, él en una mano la pala y en la otra el azadón, contagiado del virus, no se pierde ni una mañana en la televisión: lo oímos como el que oye llover. Este trepador no merece la pena ser escuchado. Se ha ganado a pulso el ascenso que ya se ha publicado en el BOE vespertino -o nocturno, depende- que se ha sacado el Gobierno para publicar los reales decretos, que al día siguiente tiene que puntualizar o reformar. Mientras, la jefa natural de Simón ha quedado relegada en sus funciones, dándose la casualidad de que fue ésta la que dos días antes de las manifestaciones y aglomeraciones del 8M advirtió al Gobierno de que era una temeridad no desconvocar todos los actos masivos.
Como fue una temeridad que el Gobierno no hiciera caso a las advertencias que desde enero, febrero y marzo y en el mismo sentido le hicieron desde la OMS y la propia Unión Europea, como ha quedado de manifiesto en la sesión del Congreso. Y como es una imbecilidad la intervención en Moncloa del ministro de los "juegos", el comunista Garzón, que con razón se ha venido ganando ese calificativo desde mucho antes de ser ministro. Ni al más tonto perroflauta se le ocurre decir que "hemos comprobado que ahora que no hay eventos deportivos...han bajado las estadísticas de apuestas deportivas". Lo clavó, y es ministro, y consiguió poner de acuerdo a todos en las redes sociales: es un imbécil. Por unanimidad, ya digo, a parte de que qué tiene que ver eso con el coronavirus. ¡Este hombre desvaría! Pero ahora viste de traje.
Están los comunistas, como vemos día tras día, adquiriendo fuerza y poder en el Gobierno. Cuatro comunistas se están zampando al resto del Consejo de Ministros. elViceDos está imponiendo sus ideas populistas a Sánchez, que se está quedando sin apoyos. Hasta los de laPeneUve -los que siempre traicionan- le están buscando la espalda por las medidas económicas populistas.
Pero eso no es todo. ElViceDos ya se está buscando la salida, para cuando llegue, y ha ordenado la realización de vídeos para colocar en sus televisiones amigas, vídeos, por cierto, buscando provocar la división de los españoles. Vídeos, repugnantes, vomitivos y guerracivilistas, al más puro estilo nazi o, si lo prefieren, comunista. Un llamamiento a la Memoria Histórica, que se inventó el deleznable elCetapé, olvidándose de la más reciente historia, que es la que estamos viviendo.
Pero, el podemita -al contrario que Garzón, que es tonto- es un tipo peligroso, muy peligroso. No inteligente, listillo, sí. Ha sabido imponerse a Sánchez -es que dicen que lo tiene "acojonao"- y vende las medidas populistas como si fueran motos y pasa de todo, saltándose la cuarentena en varias ocasiones, como su compañera del casoplón, la también ministra podemita, laMontera, que habiendo dado positivo de contagio del coronavirus salió de la mansión para asistir a una reunión nocturna en La Moncloa, el 27 de marzo. Y nadie los multa o detiene, ni al uno, ni a la otra. Son como si fueran los reyes del mambo.

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