Traductor

Buscar en este blog

miércoles, 1 de abril de 2020

La libertad de preguntar y nuevos test con fallos

¡Vaya, vaya, vaya! Se dieron cuenta, por fin, los sesudos plumillas que ya no acuden a La Moncloa de que el tío de las gafas, y con teléfono en mano, les estaba tomando el pelo. Ese tío no es otro que el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver. Este elemento es el que decide quién puede preguntar a los ministros o al equipo de técnicos tras sus respectivas ruedas de prensa. Él se lo guisaba y él se lo comía. Es decir, él preguntaba, a los presentes en representación de los medios de comunicación que él quería. Él imponía la censura previa.
Si a mal no venía, soltaba hasta preguntas de medios que no habían formulado pregunta alguna. Lo que significa que lo mismo le daba que le daba lo mismo. Pocas preguntas eran comprometidas para el interrogado y el que preguntaba no tenía derecho a repreguntar. ¡Así se las ponían a Felipe II, y decía que le hacían trampa! Cuando todo esto pase, será motivo de estudio en las facultades de periodismo y comunicación; se verá qué medios eran los afortunados y cuáles los despechados. Cuáles los vetados y cuáles los amigos.
Ha tenido que ser la firma de más de trescientos profesionales, protestando por el hecho, lo que ha decido que Moncloa estudie una nueva fórmula para las preguntas tras las ruedas de prensa en el edificio de la sede del Gobierno para informar y desinformar sobre la crisis del coronavirus. La "libertad de preguntar", que así es como se denomina la protesta de la "canallesca" contra Moncloa, llega después de dieciocho días de iniciado el confinamiento. ¡Si se descuidan, se dejan oír cuando nos encontremos en la salida! Pero, mientras tanto, en Moncloa tan contentos, que nadie protesta; y en Moncloa decían lo que les venía en gana. ¡Vaya chollo!
Lo curioso es que la lideresa de los Ciudadanos, Inés Arrimadas, ya daba desde hace tiempo ruedas de prensa y respondía a las preguntas de los periodistas a través de la teleconferencia, como hace elPresiSánchez con los presidentes de las comunidades autónomas. Le siguió a Arrimadas en la tecnología el líder de la oposición, Casado. Al igual que la ciudadana está dando ruedas de prensa y responde a todas y cada una de las preguntas y repreguntas de los periodistas, sin necesidad de un tío con gafas con un teléfono en la mano.
No se les había ocurrido a los de La Moncloa que también podían hacer lo propio con las ruedas de prensa de allí para los medios de comunicación. No, ya ven, que no. Pero sí era posible sacar por la tele al "enterrador" Simón, recluido en su domicilio por contagio del bicho. Simón, el de en una mano el pico y en la otra el azadón, y el tío del teléfono en la mano se han convertido con el paso del confinamiento en los dos personajes que más salen en las teles; a ambos les gusta más salir en las teles que a los demás salir ya a la calle. Pero, a lo que se ve, con contagio o sin contagio vamos a tener que soportar la presencia insoportable de ambos dos.
A ver si es verdad que a partir de ahora los periodistas van a poder tener el derecho y la libertad a preguntar y repreguntar cuantas veces sea necesario. Porque no será por medios técnicos en Moncloa. Pero, ya digo, hasta entonces nos han tomado bien el pelo a todos: los periodistas no podían preguntar libremente y nosotros no nos enterábamos de la misa a la media, tan sólo de lo que en Moncloa querían. Una más de las tomaduras de pelo a los ciudadanos por parte del Gobierno socialcomunista. Tomadura de pelo como la segunda tanda de test adquirida por el Gobierno: al parecer, y según nos enteran a última hora, más del cincuenta por ciento no funcionan bien. ¡Manda huevos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar con respeto