"No vos paséis"

Oigan, que estos tipos del Gobierno de España no dan una al derechas,y no porque sean de la izquierda y de la extrema izquierda, sino porque son unos incapaces. Cuando padres e hijos, principalmente los segundos, se las daban tan felices porque iban a poder darse un paseíto, llegan ellos, los del Gobierno, insisto, y lo chafan todo. No son capaces de dar una alegría a la ciudadanía ni por equivocación. Parece como que llevan el demonio metido en el cuerpo, a fuer de que esto no pueda parecer un delito de odio y los rastreadores de las redes sociales, si así fuere, no lo descubran.

Sí, sí, así de sencillo. ElPresi Sánchez en su alocución del sábado de "Aló presidente" prometió -porque puede prometer y promete, pero luego no cumple nada, sino que la promesa es verdadera mentira- un asueto para los niños, de entre, aproximadamente, los doce años de edad. Un respiro de aire fresco, aunque fuera por las inmediaciones del domicilio, que tampoco hay que pasarse. Bueno, el paseíto se daba por hecho, a partir del lunes, del veintisiete; en otros países ya lo llevan haciendo antes que en el nuestro, lo que viéndolo desde aquí parecía algo normal y aceptable para nuestros mozalbetes. Para los mayores es una manera de ver más cerca el desconfinamiento o el desencierro. ¡Todos tan contentos! Menos los pamplonicas, que este año no tendrán Sanfermines.

Con esas mismas, la ministra Celáa, la de la Educación, la de que los hijos no son de los padres, explicaba en su tele, laUnodeTVE, que ese desconfinamiento parcial para los niños supondría un desahogo para ellos, que siempre tendrían que ir acompañados de un mayor, cumpliendo unas normas. Vale. Pero cuando todavía resonaban los ecos de laCeláa se metieron por medio las voces -qué poético, o no- de la "portavoza" del Gobierno, María Jesús Montero -por cierto, esta mujer da patadas al diccionario y a la gramática más que golpes un carretero a las maletas- y todo nuestro gozo en un pozo: los niños -de catorce años para abajo- solo podrán salir con sus progenitores, o adulto encargado, al supermercado, a la farmacia o al banco. Poco más. Lo que ya venían haciendo los niños que no podían quedarse solos en casa, y podían acompañar a sus padres a los lugares de más fácil contagio. ¡Toma ya!

¡Entonces! Entonces, un pan como unas ostras (el calificativo era otro, pero por decencia queda ese). Entonces, que el Gobierno ha tenido que rectificar de nuevo -una nueva rectificación-, a lo que ya estamos acostumbrados. No es eso lo peor.

Lo más malo es que cuando elPresiSánchez en su "Aló presidente" anunció los paseos de más de ocho millones de niños solo sabía la fecha de inicio, el 17, pero no tenía ni la más mínima repajolera idea de cómo hacerlo. Es tan así, que para esta tarde se anunciaba la reunión de tres ministerios, para elaborar las normas y plasmarlas en "la cartilla del paseo". Es decir, que si éramos pocos, parió la abuela: otra más al saco de la improvisación. ¡A ver hasta dónde llegamos!

Luego se quejan de que les llueven las críticas. Pero, si es que todo lo hacen mal, oigan. Se contradicen. Nos mienten. Se asesoran mal, y pretenden silenciarnos. De transparencia, cero. ¡Hasta han cerrado el portal de transparencia! No se dan cuenta de que el montaje, por ejemplo, con el general Santiago, el de la Guardia Civil, es una verdadera estupidez. Es el ridículo elevado prácticamente a su máxima potencia. El general dijo lo que dijo, que estaban lavándole la cara al Gobierno a través de las redes sociales. Por más que se disculpe el general, ahí está, firmada de su puño y letra, la orden para sus subordinados, en la que se dice lo que él dijo, donde ahora quiere decir Diego. Haría muy bien en dimitir el general. Ahí sí que está obligado a limpiar la mancha que ha inferido al benemérito cuerpo. Una dimisión por decencia.

Si no hubiera disculpas del general, lo mismo da. El ministro de los Interiores, Marlaska -sí, el mismo al que insultó de manera soez y hasta puede que de manera delictiva la "Fiscala" General del Estado, Dolores Delgado- nos lo viene advirtiendo a los críticos desde hace tiempo: "no vos paséis que vos corto los huevos". Pues, anda, que no se están pasando ni nada los socialcomunistas.