Sánchez, solo y haciéndose el mártir

Por fin, hombre, por fin, los muertos por el coronavirus, más de veinte mil oficialmente -probablemente cerca de los cuarenta mil- estuvieron presentes en el Congreso de los Diputados. No fue gracias al presidente del Gobierno Sánchez, ni de la socialista Maricheli -presidenta de la Cámara Baja-, sino gracias a una "imposición" del jefe de la oposición, el pepero Pablo Casado. Los diputados asistentes a la sesión guardaron un minuto de silencio por todos a los que  les llevó la vida el maldito virus. Estos actos dignifican a los muertos, pero cabrean a los socialcomunistas, que, tras encerrarnos en casa, nos ocultan la realidad de lo que se mueve por ahí.

A los muertos no quiere ni mentarlos Sánchez. Son muchos, demasiados, para cargar con ellos. Lo que quiere Sánchez es que los demás políticos lo apoyen, le tengan lealtad y que "arrimen el hombro". De eso, todo lo que se quiera. Pero, no lo podrá evitar, sobre sus hombros tendrá que cargar toda su vida el peso de los muertos. Demasiados, sí, tristemente, a los que quiere ocultar. 

Ya veremos si además de ese peso, tiene que cargar con alguna otra pena, porque, de momento, pena no se ve que le dé alguna, y, aunque es la primera vez que admite algún error, no ha sido capaz de pedir perdón por ello. Eso va implícito en el cargo, lo de equivocarse; lo de pedir perdón es otra historia. Pero, al igual que a nosotros nos tira demasiado el encierro, al presidente Sánchez le va tirando su soberbia, su altanería y su falta de humildad y los apoyos, hasta de sus propios socios, no son tan claros, más bien la reticencia se ha hecho evidente y patente a lo largo de la sesión, donde se ha aprobado prorrogar el encierro hasta el nueve de mayo.

Después del vapuleo, otro más, que le ha dado Casado -y también el de Vox, Abascal-, se veía a un Sánchez arrugado -no atormentado, porque no tiene conciencia-, al verse más solo que la una. Los comunistas allí estaban. Pero bien sabe Sánchez que no se les puede dar la espalda, porque son traicioneros. Y, después, le sonríen. Porque con la salida de los niños a la calle, no ha podido hacer más el ridículo, evidenciar las improvisaciones del Gobierno y la mala gestión, a "salto de mata", para que, encima, el comunista elViceDos se la meta doblada. Pues, que siga. Tendrá más ocasiones elViceDos para serle puramente desleal durante la crisis y en el camino de salida del encierro de la ciudadanía, de lo que, por cierto, no sabe Sánchez ni cómo se va a hacer, como desconoce todavía la "cartilla del paseo" de los niños.

Pese a todo, continúan sin dimitir elEnterrador Simón y el general Santiago, el de la Guardia Civil. Nada de lo que ambos dos han dicho es un bulo, sino mas bien una verdadera realidad. Con su dimisión, el uno le haría un gran bien a la Ciencia y a los ciudadanos -¡Joér, cualquiera se fía de él, que es que en una mano lleva la pala y en la otra el azadón- y el otro el favor se lo haría al benemérito cuerpo y a los demás nos dejaría tranquilos, al no sentirnos espiados y coartados en nuestra libertad de expresión, aunque sea cumpliendo órdenes de Marlaska.

Miren, bien han hecho hoy los Mocetes de la Escuadra -cumpliendo órdenes, como debe ser- deteniendo al ya exalcalde de Sabadell, del Partido Socialista de Cataluña (PSC) -el partido socialista catalán, que lidera fray Bailón. Lo pillaron conduciendo como una cuba, opuso resistencia a los agentes y hasta mordió a uno de ellos ¡Qué salvaje! Y esto, ministro Marlaska, no es un bulo, como el que le colaron a sus rastreadores y a algunos medios sobre la concentración musulmana en El Vendrell. Algunos, hasta nos lo creímos. Lo del socialista de Sabadell, también.