De mentiras y razones y prórrogas

Ya saben lo del refrán, a quién se coge antes. Pues, eso le sucede a Sánchez, pero que muy a menudo.  ElPresiSánchez jamás ha respondido de dónde ha sacado las cifras del supuesto estudio de la Universidad Jhons Hopkins, en el que se afirma, según él, que España se encuentra entre los primeros países del mundo en la realización de test del coranovirus. Cuando le preguntaron la última vez se limitó a responder que "las cifras están ahí". Pero, por más que los periodistas y políticos buscan, las cifras no aparecen por parte alguna. Y, encima, nos quiere Sánchez prorrogar el estado de Alarma cincuenta días más. Ya saben, también, lo de además de carnudos.

Es como lo de su tesis doctoral. Velahí está. Que si es por estar está, pero no sirve para nada, porque fue un plagio descarado. Al menos está, pero es que nadie encuentra las cifras de la prestigiosa universidad sobre los test de Sánchez. Ha tenido que ser la CNN la tele que le ha puesto a Sánchez los puntos sobre las íes: el tal informe no existe, ni ha existido jamás. Ellos no lo han encontrado, pero es que la Jhons Hopkins jamás lo ha publicado.

Pero, eso da igual. Por activa y por pasiva elPresiSánchez se refiere a dicho informe con el que avala sus aseveraciones. ¡Es que la universidad no lo ha realizado y mucho menos publicado! La propia Universidad ha desmentido a Sánchez y la propia CNN se ratifica en que el informe no existe. Le sucede a Sánchez lo mismo que con la OCDE, organismo al que pretendió engañar -y lo logró en un principio- con lo mismo, con ser España el quinto país del mundo que más test había realizado entre sus ciudadanos. O sea, nosotros.

Poco le duró el gozo a Sánchez, más por el engaño que por estar España entre los lideres mundiales de aplicaciones de test. Cuando los de la OCDE se dieron cuenta de la perversión de Sánchez en los datos, pusieron a Sánchez a caer de un burro, por mentiroso mundial. España pasaba del quinto puesto al diecisiete. Casi nada. Seguro que algún miembro inspector de la OCDE se dio cuenta de que Sánchez era el de la tesis plagiada, y que el que miente una miente todas las que hagan falta. Esa sería la principal razón para que la OCDE revisara de nuevo los datos aportados por España, y tate, pillaron al trilero, que esa es la fama que ya tiene nuestro presidente en Europa.

Y luego está lo de la venganza y los favoritismos, que por algo no quiere el Gobierno hacer públicos los nombres de los doce hombres "sin piedad" que aconsejan científicamente a Sánchez, con su amigo del alma, compañero, Don Simón elEnterrador y tinto de verano.

Oigan, que hay un cabreo monumental en algunas comunidades autonómicas, como las de Madrid y Andalucia -ambas peperas- y la Valenciana, gobernada por la Pesoé del díscolo Simo Puig. Piensan los presidentes respectivos que tendrían que haber pasado a la Fase-1. Están convencidos. Como lo están también de que han sido motivos políticos los que se lo han impedido. Por eso exigen, y todos con ellos también, cuáles son los criterios que se han seguido y que impiden que en el desenjaule estas tres comunidades autónomas se hayan quedado en la Fase-0.

Coñe, y tienen razón en la exigencia de esa transparencia; hasta sería bueno conocer los criterios para corregir lo que fuere necesario para lograr el pase a la siguiente división. Y sería bueno, porque así también se enteraría la ciudadanía, que está en su derecho, el mismo que en el de conocer las identidades de los integrantes de la comisión científica asesora de Sánchez. A los vascos les da igual, porque siempre votan a favor de lo que quiere Sánchez, hasta que lo traicionen.