Sánchez y el estado de Excepción

Vaya, ya estamos como siempre. Es nuestro sino: las dos Españas. Una la que sale, otra la que se queda. Prácticamente la mitad, el 51%, contra el 49%. Una enjaulada y la otra en semilibertad. ¡Pero quién coño decide esto! El Gobierno socialcomunista tiene la última palabra, pero tras el asesoramiento científico de unos cuantos, de los que ni sabemos de dónde vienen ni a dónde van. O sí. Porque la impresión inapelable es que sus consejos más científicos son puramente políticos. ¡Quién coño son el comité! No se pueden entender sus conclusiones si no sabemos quiénes son. Lo que no cabe duda es que son unos cuantos hombres sin piedad.

En qué cabeza entra que se pueda conceder a los vascos el paso a la fase-1 cuando el número de contagiados en vasconia es superior en un 40% al de los andaluces cada cien mil habitantes o, demostrado, considerablemente más elevado que el de los valencianos. Además, se les permite a los vascos moverse sin cortapisas no ya por su provincia, sino por las tres provincias de la comunidad autónoma. Y no es eso, oigan, no es eso. Aquí o jugamos todos o se rompe la baraja. No porque apoyen al Gobierno tienen más derechos que los demás.

Y en ese juego entran los hombres sin piedad del comité científico asesor del Gobierno y las consideraciones que han tenido en cuenta para que unos se desenjaulen y los otros continuemos entre barrotes. El Gobierno de Sánchez, y el presi en concreto, nos la está jugando a traición. Para que nos creamos lo que decide el comité científico, el Gobierno está obligado a dar a conocer los nombres de los integrantes de la comisión y los criterios de esta para decidir si una comunidad autónoma puede o no pasar a la fase-1.

No vale que el Gobierno se niegue a ello aduciendo que todos ellos son funcionario y que sería delito desvelar sus identidades. Eso es una asquerosa excusa más grande que un camión. Esos funcionarios han pasado a formar parte de una Comisión de interés público en una situación de Alarma. O, acaso, es que todos esos funcionarios son miembros militantes de laPesoé y del partido comunista socio en el Gobierno o, algunos otros, profesores universitarios, colocados a dedo en sus respectivas universidades. O acaso es que su nueva responsabilidad se ve incrementada en sus emolumentos.

Aquí hay cabida para todo tipo de especulaciones y malos pensamientos. Ya que no se nos da el nombre de los integrantes de la comisión, al menos que nos cuenten los criterios que han seguido para que unas comunidades puedan entrar en la fase siguiente y otras permanecen en la zona cero. ElPresiSánchez se está pasando y más que en un estado de Alarma oscurantista nos ha metido en un estado de Excepción -para unos-, como ya lo están considerando los propios policías, a través de la Unión Federal de Policía.

El portavoz de este sindicato, Serafín Giraldo, ha denunciado que desde el Gobierno se están trasmitiendo a los agentes órdenes políticas que están haciendo que se superen las "líneas rojas" del estado de Alarma. Más que un estado de Alarma, para la UFP nos estamos metiendo en un estado de Excepción, cuando a partir de las once de la noche todos tenemos que estar confinados en nuestras casas o cuando los policías se ven obligados, porque así se lo ordenan, a identificar a las personas que portan una bandera de España.

Sánchez, además de un mal gestor de las crisis -la de la pandemia y la económica- se está metiendo en charcos que rozan la imitación de los países bolivarianos, las dictaduras islámicas y las comunista rusa y cubana. Sin duda ahí está influido por su ViceDos, el payaso comunista, como lo ha calificado el exvicepresidente mundial de Coca-Cola, el ciudadano De Quinto.

Por cierto, la Guardia Civil se ha apresurado a denunciar a Iberia por un vuelo prácticamente repleto de gente con destino a Canarias. Consideran los agentes que no se han cumplido las normas del desconfinamiento. Sí es así, leña. Pero ya podían estar igual de activos contra el ViceDos, el comunista, que se saltó la cuarentena, y su compañera la excajera, que hizo lo propio al acudir una noche a La Moncloa cuando estaba infectada del virus, incluso contra el mismísimo presidente Sánchez, que también se saltó la cuarentena. Y vuelta la burra al trigo: o estamos o no estamos.