El "arte de Cúchares" o la incomidad de la cultura

El comunista se va destapando. No es que no lo conociéramos, pero se retenía en lo posible para no asustar de golpe. El Jocker asesino se ha ido arriba. Los períodos de crisis, ya se sabe, son los mejores para esta gentuza. La crisis significa para ellos lo mismo que la oscuridad para los delincuentes. Ya ha mostrado su capacidad para saltarse la ley cuando le conviene, y dice que porque era imprescindible su presencia en La Moncloa. Se saltó la cuarentena y viajó desde Galapagar -Ajj, sí, Galapagar- a la caseta de Sánchez.

El payaso del Jocker, este mediocre, no sabe que todos en nuestros entornos somos imprescindibles y que nos hemos tragado confinamientos y cuarentenas para cumplir con lo establecido y que han tenido que prescindir de nosotros donde nos pensábamos que éramos imprescindibles. Pues, lo mismo. Que lo multen; no tiene escapatoria, ni disculpa posible.

También se nos ha desvelado el Jocker como odiador profesional -que es delito, por si no lo sabe-, pero no de ahora; lo trae ya "mamao", y como envidioso de los que vuelan y se afanan por el dinero de los demás. Es un obseso del dinero de los demás. Su deseo por el dinero ajeno es enfermizo. Es, en definitiva, un pijo, que se las quiere dar de casta. Puede que sea ambas cosas a la vez, pero no lo sabe ni le luce. No tiene categoría para ello. Unos lo nacen y otros se van haciendo. Este, ni lo uno ni lo otro.

De cabeza, poca. Le sirve para llevar la coleta, pero que sepa también que no hay mal que cien años dure. De otra cosa no puede presumir; es decir, se le destapan los complejos. Ese, el suyo de la ignorancia, de iletrado, se le ve cada día más. Por mucho que se pueda codear con los Bardem de ahí no sale cultura. La cultura necesita de mucho estudio, constante, de mucha formación y, sobre todo, aunque no se le haya pasado por la imaginación, de humildad, de mucha humildad. Mientras más grande se es más sencillo se muestra el genio. Lo que no es, como ya ven, el caso.

Ahora viene el mentecato a darnos lecciones de lo que es cultura. ¡Mecá! Le "incomoda enormemente" al pavo que el "arte de Cúchares se reivindique como algo cultural. Bueno lo de "arte de Cúchares" ni sabe lo que es ni lo que significa, él se refería a los toros, a las corridas de toros, que todavía se sigue conociendo -pese a él y a unos cuantos como él- como la Fiesta Nacional. No sabe "nádená" el Jocker. Ni del aspecto artístico ni del económico, que ambos tiene el mundo de la lidia.

Mejor se leía el Jocker la carta pública que le ha remitido el presidente de la Fundación del Toro de Lidia, Victorino Martín. Se puede resumir en muy poquito, porque es mucha letra para juntar y entender el comunista: censura y totalitarismo. Eso es lo que pretende el ViceDos, llevar al extremo su "animalismo" ridículo y maximalista en contra de un espectáculo que es cultura, y cultura del pueblo.

No se entera el comunista. Acaso, puede, pero lo dudo, porque no da para mucho su cerebro, si se lee el último párrafo de Victorino Martín, que este sí que sabe de lo que va la fiesta, el arte de Cúchares: "Permítame que termine recordándole que no es usted el primer representante del poder que en una ocasión u otra se ha sentido incómodo con la cultura. Pero es que la cultura no sirve para acomodar al poder, para que se sientan ustedes cómodos. Debe usted saber que la cultura no es cómoda, la cultura es libre". ¡Y eso duele! Claro, siempre que el comunista lea y comprenda lo que lee, lo que es mucho pedir.