Los delincuentes aprovechan la nocturnidad

Éramos pocos y parió la agüela. Si no queríamos confinamiento, ahora un mes más. Nada de quince días, y ya veremos. No. Nos metemos casi en el verano y sin piscinas y sin bares. Como siempre, lo ya habitual, los partidos de la oposición se han enterado por la prensa de esta cabronada. Se niega Sánchez a aplicar un Plan B. Y luego viene elPresi, pidiendo unidad, colaboración y arrimar el hombro. ¡Qué desfachatez! Digo de eso y de lo del "Alló Presidente". Nos tiene amargada la mañana de los sábados, con la misma cantinela: somos los mejores de Europa -por descartado, del mundo mundial- y él es el mejor, ahora que ya no existe JFK.

Es que se ha empeñado Sánchez en darnos la murga por la tele, pero no quiere asistir al Congreso nada más que lo imprescindible. Así, en vez de tener que molestarse cada quince días lo hace todo de una vez, de corrido. Porque se supone que ésta será la última vez que nos prorrogue el "enjaulamiento", pero con dúplica del tiempo. O sea, un mes, por si alguien no se ha enterado

Así actúa este nefasto hombre, Sánchez, un analfabeto intelectual, plagiador de tesis doctoral -por lo que tendría que vivir escondido debajo de las piedras-, un iletrado conspiranoide, que fue expulsado del partido por sus propios camaradas, que se regeneró cual ave Fénix ante el estupor de otros que han sido más ineptos que él, que ya es decir, para aliarse con el comunismo más rancio de toda Europa.

De esa manera actúa, que le comunica a la presidenta de Madrid que su Comunidad permanecerá en la Fase-0, cuando ya había filtrado el informe técnico de las causas a un periódico digital, que se pueden imaginar y, si no, ya lo saben, fue El País. Tiene tan mala entraña elPresiSánchez, que le hizo llegar el informa a Ayuso en plena rueda de prensa que protagonizaba la presidenta, que anunciaba que iría a los tribunales si ese informe no se hacía público. ¡Qué casualidad!

Al final, el informe, una verdadera porquería científica, que basa todo su argumento para que Madrid no pase a la Fase-1 en que la Comunidad tiene una gran densidad de población. Joér con Don Simón, el tinto de verano, hemos topado. Para eso no hacen falta estudios universitarios; se podía haber asentado como enterrador profesional, y ya. Porque como todo sea eso lo que saben decir los científicos, los fantasmas a los que nadie conoce, me parece a mí que todavía faltan unos años para que comience la despoblación de la capital del reino y alrededores. Será entonces, quizá, cuando hablemos de una comunidad vaciada, cuando elEnterrador se canse y conceda a Madrid el paso a la Fase-0,5.

Pues, que nada, que ahí seguimos. Las caceroladas como único consuelo, desde los balcones, aunque sea en solitario, pero que chirrían que es un gusto. O mañana, a las once de la noche, desde el balcón, en silencio, con la linterna de los móviles encendida, en homenaje y recuerdo a los que pueden ser más de cuarenta mil ciudadanos fallecidos por la ineptitud de unos estúpidos que no han sabido gestionar la crisis. Porque Sánchez solo se acuerda de ellos cuando sale en la tele, para decir que tendrán su homenaje, sí, cuando para allí "pallá". Pero que los que se manifiestan en el barrio Salamanca que se anden con cuidado. Pero amigo, la espiral se va extendiendo, que hay mucho cabreo.

Poco, más bien nada, advirtió a los etarras que se manifestaron el viernes de malas maneras en Pamplona -como no puede ser de otra manera con esta gentuza- para pedir la libertad del asesino que mató al concejal de UPN, Tomás Caballero. A ver qué dice a eso el gobierno socialcomunista, y, en particular, elViceDos, comunista, elpayaso Jocker, amigo íntimo de los terrorista asesinos.

Pues, miren, que mientras seguimos enjaulados, en el más demencial enjaulamiento de Europa, estos están a ver cómo se las arreglan para liberar a los golpistas catalanes y acercar a sus casas a los presos etarras, que ni se ha arrepentido, ni colaboran con la Justicia para esclarecer otros asesinatos, ni han pedido perdón, ni indemnizan a las víctimas. Todo esto, cuando nos obligan a encerrarnos en casa a las once de la noche. O sea, con nocturnidad y alevosía, que es más grave todavía.