España lo lleva crudo

Lo ha vertido todo: fútbol, turismo interior y exterior, la paga vital, diez días de duelo por los muertos del coronavirus, que culminarán con un acto presidido por el Rey y vuelta a arrearle a laPepé, culpando al principal partido de la oposición de ser el culpable de su vergonzoso pacto con los terroristas etarras. Así, así se mostraba el presidente del Gobierno socialcomunista en su "Aló" presidente de los sábados, que se retrasó en entrar en pantalla para poder ocupar gran parte del Telediario. Y eso que la culpa es de laPepé, que se lavó las manos y lo dejó solo.

La indecencia de elPresiSánchez no tiene límites. Se nos presentó en su "Aló" como si fuera el salvador del mundo. Ya, como a los comunistas socios en el Gobierno de "progreso", solo le faltó tocar el cielo; tenía las puntas de los dedos, las yemas, ahí justo, junto a las vestiduras de San Pedro. Aquí no pasa nada, absolutamente nada, salvo la falta de responsabilidad de laPepé y de Casado.

Por eso tuvo que pactar con los terroristas, por eso traicionó a todo el país y, en particular, a los socialistas asesinados por los matones pistoleros etarras. ¡De qué se queja de las pintadas en la puerta de la socialista vasca Idoia Mendía! ¡Tampoco tiene mucho de qué quejarse la socialista vasca, cuando se apresta a brindar con el terrorista elGordo, para salir luego en las portadas de los periódicos presumiendo de compañía!

Es tanta la desfachatez, la hipocresía de Sánchez que es que da asco. Además de mentiroso compulsivo acusa a los demás de odiadores, vengativos e intransigentes. Y sale en las teles -y en particular en la tele pública- a insultar a la oposición y a mentir descaradamente, al afirmar que no había otro remedio que prolongar la alarma, el enjaule, para justificar su ignominiosa alianza con los terroristas etarras. Aquí los únicos odiadores profesionales son él, su "portavoza" en el Congreso, Lastra, el comunista payaso Jocker y el portavoz comunista en el Congreso, el feminista y defraudador a Hacienda, el "chúpamelamingadominga".

Que no venga ahora Sánchez culpando a la oposición de todos sus errores en la imprevisión de la pandemia, en su ineptitud para gestionarla y en su caos del desorden económico al que ha llevado al país. Él es el único responsable, y con él todo su Gobierno de socialcomunistas, que avergüenzan a todo el país delante de todo el mundo. Al más puro estilo venezolano no hay un ministro, ni tan siquiera uno, que se muestre decente, cuando su presidente les ha ocultado información, cuando ha engañado, prácticamente, a la gran mayoría de los integrantes del Consejo de Ministros. Aunque, quizá Sánchez ha obrado en consecuencia, porque los conoce, y sabía que ninguno iba a tener la decencia de dimitir. Más les vale la pasta mensual en la mano que una pizca de honradez.

Lo más paradójico es que Sánchez, muy probablemente, haya cosechado hoy unos puntos muy valiosos, que no son tantos como los que le otorgaba Tezanos, pero que sí le van a sumar, y los necesitaba. Mientras tanto, la oposición, Casado, se limita a lamentar que tengamos un presidente de Gobierno que España no se lo merece. Y ya está. Al menos los de Abascal se han arriesgado -por encima del Gobierno y sus acólitos delegados gubernativos- a protestar, y con éxito, por las calles de todas las capitales de provincia. Casado y los suyos continúan de brazos cruzados -o caídos- ante las continuas y constantes afrentas a España por parte de Sánchez y su socio comunista. Casado espabila o lo lleva crudo. España ya lo lleva crudo.