El Enterrador congela los muertos

Tantontos estos socialcomunistas. Unos dicen y otros los desdicen. Pero, como siempre, les da igual que les da lo mismo. Ahora, que siempre los hay más y los hay menos. Uno de los más destacados, que casi nunca aparece y no tiene méritos para ello, es el ministro comunista Garzón. Sí, hombre ese que debe estar en el Consejo de Ministros y que cada vez que abre la boca mete la pata. Que es que dice muchas bobadas, y el que dice bobadas ya saben. Se hizo notar al principio de la pandemia porque nos informó a todo el país de que desde que estábamos confinados y no había celebración de espectáculos deportivos habían descendido estrepitosamente las apuestas deportivas. ¡Genial, el tipo!

Si la estupidez del ministro hasta podía hacernos reír, por no llorar, las afirmaciones del comunista Garzón sobre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en el sentido de que preparan un Golpe de Estado ya resultan cabreantes. La sola insinuación al respecto ya merecía un cese fulminante por parte del presidente del Gobierno. Pero, claro, si es que el jefe ya se refirió desde la tribuna de las Cortes a la Policía Patriótica de laPepé, es como pedirle peras al olmo. Para defender a su ministro de los Interiores, Marlaska, a Sánchez, en vez de cesarlo por su deleznable comportamiento, solo se le ocurre afirmar que lo único que está haciendo su ministro es desarticular la Policía Patriótica.

Vamos, que hoy sale laMontera, la "portavoza", no la de la "Igual dá", y le da un repaso al comunista Garzón ensalzando a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y al Ejército. Pero, es tan cuitada la lenguatrapo andaluza, que no reparó en que a quien realmente le estaba cantando las cuarenta era al propio presidente Sánchez. Pero, que ya digo, les da igual. Porque donde dicen Diego luego dicen que han dicho digo. Y les importa un pito contradecirse en el mismo momento, como a Sánchez en el Congreso, o, como recientemente con la apertura de fronteras con Francia y Portugal. Tuvo Moncloa que contradecir -no aclarar, como pretenden los plumillas paniaguados- a la ministra de Exteriores, que se tomó la licencia de adelantar la apertura fronteriza para el día 22. Los dos patitos, como el Gobierno.

Pero, si es el propio presidente del Gobierno socialcomunista, Sánchez, el que se contradice a cada paso. De no pactar jamás con los terroristas etarras de Bildu -y si quieren lo repito veinte veces-, a no formar gobierno con los comunistas del payaso Jócker, porque no podría dormir, ni la mayor parte de la ciudadanía. En la segunda aseveración acertó; en la primera, se comió con patatas la contradicción. O lo de las puertas giratorias: ya abrió tres, con 160.000 euros anuales, para Montilla, un exsecretario general de laPesoé y un podemita, de los del comunista.

La ha bordado Sánchez, con el último nombramiento de su amigo del alma, compañero. Un tal Ignacio Carnicero, para el que Sánchez ha desdoblado una dirección general en el ministerio de Transportes, el de Ábalos, sin función alguna pero, con unos ingresos anuales suculentos para la "estrella". Es, a lo que dice laMontero, un genio, insustituible y necesario el amigo del presidente. Todo ello viene a recordar que ya en 2014 Sánchez clamaba contra los enchufes y la endogamia. Desde entonces a ahora ha llovido tanto que se ha olvidado. La verdad, es que no le hace falta que llueva, ni que pase tiempo. Sánchez tiene una memoria muy frágil y un rostro que se lo pisa.

En estas que aquí continuamos, medio confinados, o no, mientras en el extranjero se toman a chunga las cifras que elEnterrador Simón da sobre el número de fallecidos totales y a diario a causa del coronavirus. La última de este sempiterno mentiroso es que se han congelado las cifras desde hace unos días. No se sabe si los congelados son los muertos, si el número de fallecidos o su sesera. El ridículo a nivel mundial.