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domingo, 21 de junio de 2020

La casa del no

Resulta que sabemos cuántas personas se saltaron el confinamiento -entre ellas, elVicedos comunista y Rajoy-, a cuántas se han multado y la cuantía de las sanciones, población a población, barrio a barrio, carretera a carretera, y cuántas mujeres durante el tiempo del confinamiento fueron víctimas de agresiones machistas. Todo eso lo sabemos con pelos y señales, pero desconocemos las cifras reales, el número de compatriotas fallecidos a cuenta del coronavirus. El presidente Sánchez se despidió en su último "Aló" hasta la próxima, diciendo que lo había hecho muy bien y muy mal los de laPepé de Casado.

Sánchez se "fue" como si aquí no hubiera pasado nada; bueno sí, que ha salvado a medio país de sucumbir al coronavirus y anunciando que le va a hacer un homenaje a los muertos. Y punto y final. Y a otra cosa mariposa, que hasta aquí hemos llegado y que el que no esté de acuerdo que se rasque la rodilla o que se vaya.
No es eso, hombre, no es eso, que mismamente hoy nos está informando Sanidad de que tan solo tenemos un muerto en todo el país, mientras que ya solo en Cataluña tienen al menos ocho fallecidos. A lo que vamos, que en un par de semanas nos vuelven a salir con otros mil y pico o más de fallecidos. ¡Ala, así, de repente! Hasta que sumando, sumando lleguemos como poco -si no son más- a los cuarenta y cuatro mil muertos, que ya daba semanas atrás el Instituto Nacional de Estadística.
Para el ministrillo Illa, el de Sanidad -el que se matriculó para filósofo, pero que solo llegó a eso, a matricularse- no se estaba haciendo ningún lavado de imagen del Gobierno al no decir toda la verdad sobre el número de fallecidos. ¡Joér, ya nos dirá el filósofo frustrado! Pero, si hasta están blanqueando a la esposa de elEnterrador, con sus aventuras y desventuras por África. Si eso hacen con la mujer de Simón, imagínense qué no están haciendo con el jefe de los asesores científicos que, salvo el propio Simón, desconocemos por completo el plantel que integraba el comité, porque Sánchez, como en otras muchas cosas que han ocurrido durante la pandemia, corrió un tupido velo sobre ellos, como hizo con los integrantes del comité técnico.
Como elPresiSánchez, también el ministro de los Interiores, Marlaska -¡otra vez Marlaska!- se ha cerrado a cal y canto y sólo está obsesionado -sus fobias- con multar a Rajoy por salir a pasear por su urbanización durante el confinamiento. Pero, nada dice, ni explica, por qué los etarras de Bildu han podido traspasar provincias, cuando estaba rigurosamente prohibido, para visitar a los presos asesinos etarras en diferentes lugares de España, sin que nadie les haya dicho nada, ni prohibido los desplazamientos de los de elGordo, amigo de Zapatero y del comunista payaso Jócker.
No se ha olvidado, sin embargo, el ministro Marlaska -¡quién lo viera y quién lo ve!- de aumentar durante este fin de semana la dotación de guardias civiles de élite para aumentar la vigilancia en las inmediaciones del casoplón del Jócker y de la excajera de supermercado, en Galapagar. No se puede pasar por la calle, no se pueden hacer caceroladas, no se puede portar la bandera de España y, ahora, tampoco se pueden utilizar megáfonos para no incomodar a la fauna del lugar. Aunque no ha quedado todavía muy claro si a la de dentro o a la de fuera.

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