Las murallas de Ávila, fachas

Cuando ya nos pensábamos que en saliendo de la pandemia todo iba a cambiar o al menos nos encontraríamos con cosas y  personas diferentes, la realidad es la realidad, la realidad es tozuda, y nos topamos cada vez con más gilipollas, y eso que antes del confinamiento pensábamos que ya no había más, que no cabían más gilipollas en nuestro país. Pero, ya digo, la realidad es tozuda y se impone. Viene al caso la directora de Diversidad Sexual -que vaya usted a saber qué es eso, sino un puesto de trabajo para amigos-, que, como no puede ser de otra manera, se incluye en el ministerio de Igualdad.

Ese, precisamente, el ministerio de la ministra excajera de supermercado, la comunista laMontera, compañera del payaso Jócker, y que ambos habitan en el casoplón de Galapagar, de dos mil y pico metros cuadrados de terreno, una casa de doscientos metros cuadrados y otra para invitados. Todo ello, conviene recordarlo, por lo de la Igualdad, aunque la ministra se refiera con la denominación del ministerio a la igualdad de género. Supongo.

Eso, que la directora de Diversidad Sexual y LGTBI, una tal Boti García, está exultante de alegría y emoción contenida, porque la real casa de los sellos, es decir Correos, ha iniciado una campaña de apoyo al Día del Orgullo, se supone que gay, porque los demás orgullosos estamos de ser como somos y estar donde estamos. Es decir, que no nos avergonzamos de ello, pero tampoco lo celebramos.

La verdad es que la campaña de Correos, consistente en colocar los colores del arco iris en matasellos, sellos, buzones y furgonetas propiedad de la entidad pública, no tendría mayor importancia si no fuera porque está presupuestada en cuatro millones de euros. Y, como dicen los comunistas, gastarse cuatro millones de euros en una campaña de ese tipo, cuando hay gente que se está muriendo de hambre, ya les vale.

Pero, tremendo lo de esta gente del ministerio de Igualdad. La mencionada directora acaba de manifestar en sus redes sociales su total y pleno apoyo a la campaña de Correos, no sin antes calificar de fascista a las murallas de Ávila, a los bordados regionales o, mismamente, a la fauna salvaje. La ignorancia, la estupidez y la gilipollez llevan a esta comunista a escribir: "Tantos años de sellos de Franco (¡Franco, Franco, Franco!), don Pelayo, bordados regionales, fauna salvaje o las murallas de Ávila. O Pemán. Toda una vida de sellos de España, de aquella España imposible!". 

A todo esto, hay que aclarar que cuando la comunista escribe Franco tantas veces, no se refiere al actual delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid. Y, claro, la pregunta es que qué tienen que ver la murallas de Ávila o los bordados regionales -tan chulis ellos- con el fascio. Es como si le da ese calificativo, por ejemplo, a la Sagrada Familia, a la catedral de Burgos y al acueducto de Segovia. Está demostrado que los analfabetos, ignorantes y desilustrados, que confunden el culo con las témporas, cuando no saben qué decir dicen gilipolleces hasta por los cuernos.

Coño, mejor aplaudía la campaña, que se la han "ragalao" por cuatro millones de euros de nada, y dejaba de decir imbecilidades la directora de Diversidad Sexual y LGTBI. Para ellos quisieran, por ejemplo, lo ganaderos de vacuno de Sayago, en Zamora, una de las zonas más vacías de España, que les hicieran esa campaña de su ganadería. Ellos no iban a insultar a nadie, tienen más educación y vergüenza que la directora esa, que ya nos explicará algún día en qué consiste su departamento.