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domingo, 14 de junio de 2020

La guerra de los mundos, en los medios

Habrá que confiar en que este haya sido el último "Aló" del presidente Sánchez. Porque, es que, miren, se pone muy pesado, diría que hasta repelente, con tanto pedir unidad y arrimar el hombro y tanto falso patrioterismo y de autoalabarse y de utilizar al Ejército como blanqueador de su socio el comunista payaso Jócker. Bien dicen los de laPepé que no se puede hablar de patriotismo cuando se pacta con los terroristas etarras y los golpistas catalanes. Eso, a ver si aprenden los peperos, deberían repetirlo una y mil veces. Sin ir más lejos, hoy nueva rectificación en la apertura de fronteras. Sobre este asunto es la tercera rectificación. Y lo expone Sánchez como un logro, como un triunfo.

En efecto. Como hacen los socialcomunistas continuamente con lo suyo, con lo que les beneficia. incluso con lo que han hecho mal, pero terminan convirtiendo en bien, de tanto repetirlo; en definitiva, de engañar. No le hace falta a laPepé engañar, sino repetir la verdad una y otra vez. Lo malo de los de la derecha es que no tienen medios de comunicación, porque Rajoy y Sorayita se los regalaron a los de la izquierda. Pero, no habría habido mal que por bien hubiera venido si hubieran creado, o al menos fomentado, unos nuevos medios, aunque hubieran sido neutrales. Asi, como se dice vulgarmente, van de culo, cuesta abajo y sin frenos.
A estas alturas parece mentira que todavía no se hayan dado cuenta los de laPepé, el propio Pablo Casado, de que lo que nos viene encima, después de la pandemia, es una guerra de comunicación, en la que los de Casado se mueven con mulos de carga agotados. Todos los medios los tiene la izquierda, y le sobran plumillas paniaguados y apesebrados. A la derecha no le dan ni agua, excepto al presidente de Galicia, el pepero Feijóo, adulador del Gobierno socialcomunista, enemigo acérrimo de Casado, a quien no pudo arrebatar la presidencia de laPepé. Éste, el gallego, de quien se sabe muy bien cuándo sube y cuándo baja, algún día da la espantada o la batalla interna para resquebrajar el partido. De hecho, su política, de momento la lingüística, no tiene nada que envidiar a la catalana o a la vasca: todo contra España. Por algo se empieza.
Cómo tendrá la cara dura Sánchez de pedir patriotismo. Es que esto es de un desquiciado mental, cuando está despreciando la colaboración del primer partido de la oposición -que no lo es Ciudadanos, con diez escaños- durante toda la pandemia y se ha estado apoyando en golpistas, independentistas y terroristas, mientras insultaba a la derecha cuando apoyaba los primeros estados de Alarma.
Cómo se puede ser patriota, cuando a través de su ViceDos, el comunista, está tratando de desprestigiar al Rey, al Ejército, y pretende desmilitarizar a la Guardia Civil para disolverla después.
Cómo se puede llamar Sánchez patriota cuando está promoviendo un proceso constituyente, sin contar con la oposición, pero sí con los comunistas, golpistas, independentistas y terroristas.
Son tantos y tantos los dislates de este gobierno socialcomunista, y los que ha realizado al amparo de la "oscuridad" de la pandemia, además de la siniestra gestión de la misma, que escuchar la palabra patriotismo en voz de Sánchez suena a escarnio para todo el país, cuando no a "camarote de los hermanos Marx". Y los de laPepé, a lo Gila, en la guerra de los mundos, que no es otra que la de los medios de comunicación; las redes sociales solo son un complemento, que tampoco hay que desperdiciar.

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