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miércoles, 3 de junio de 2020

Todo en él es una indecencia

La vanidad y el complejo de supremacía de este hombre que tenemos como presidente del Gobierno de España están conduciendo al país camino del guerracivilismo por el que tanto aboga y predica su ViceDos, el comunista payaso Jocker. Daba vergüenza ajena verlo en la tribuna del Congreso de los Diputados insultando, ofendiendo y mintiendo. Con todo el descaro. Como un barriobajero. Hasta el punto de escojonciarse de los fallecidos -44.000, según el Instituto Nacional de Estadística- y los miles y miles de contagiados por el coronavirus.
Continúa sin entender nada, Sánchez. Es un auténtico y verdadero ejemplo de iletrado. Hasta ignora que sobre sus hombros -los que tanto presume de arrimar- pesan todas esas víctimas. Continúa sin comprender que el 8M no fueron solo las manifestaciones feministas -que también- las que ayudaron a propagar y difundir la infección del coronavirus. Fueron las manifestaciones, los congresos -incluido el de Vox-, los espectáculos deportivos de masas, los conciertos y un largo etcétera de celebraciones que Sánchez y su Gobierno -todos sus integrantes, los patitos- debieron prohibir que se celebraran, porque ya tenían conocimiento de la peligrosidad del virus y de la velocidad de reproducción del mismo.
Eso significa el 8M. Bien lo sabía la ministra comunista de "Igual dá", la excajera metida a marquesa de Galapagar, pero sin clase, a la que Sánchez defiende a capa y espada, como defiende al ministro de los Interiores, el juez Marlaska, con su indecente intromisión en el Poder Judicial, que esa es otra. Sánchez, en definitiva, le dijo a las víctimas del coronavirus que hace lo que le sale desde un lugar de su cuerpo que jamás ha demostrado que tenga realmente. Eso sí, se cagó en todos los muertos por la pandemia y en los contagiados y en sus familiares y, en definitiva, en todo el país: "lo digo bien alto y bien claro: viva el 8M". No pudo escuchar Sánchez -aunque se lo supondría- el grito unánime que en ese momento muchos desde sus casas lanzaron con dolor e impotencia: ¡La parió!
A este, como a Hitler, Fidel, Stalin, etc. le da igual lo que puedan decir los ciudadanos. No tiene rubor. No tiene conciencia. No tiene sentimientos. No tiene alma. Solo una cosa le importa, como no podía ser otra, el poder. Después de ser el culpable de una gestión nefasta de la pandemia del coronavirus, durante la que ha mentido de manera continua en las cifras de afectados -sigue haciéndolo-, y ocultado los integrantes de sus asesores técnicos y sanitarios y, ahora, de los de la mal llamada "desescalada", la culpa de todo la tienen las autonomías, cuando ha sido él el que ha ejercido el mando único.
Pero, no se para en barras el indecente presidente de España. Tras pactar con los comunistas, con los golpistas, con los independentistas vascos -los que siempre terminan traicionando- y los terroristas etarras, tras el asalto a la Fiscalía General del Estado, la apropiación como suya de la Abogacía del Estado e inmiscuirse de manera imperdonable en los asuntos del Poder Judicial, a través del no menos indecente ministro Marlaska, y tratar de manejar en provecho propio todas las instituciones del Estado, como las económicas, el Centro de Investigaciones Sociológicas y el Centro Nacional de Inteligencia, donde ha colocado al comunista payaso Jócker, ha venido a decir hoy, en el Congreso de los Diputados, que él y su ministro Marlaska están desmontando lo que ha denominado "Policía Patriótica" de laPepé, que, para que nos entendamos, quiere decir que tenemos una policía corrupta, lo que incluye a Policía Nacional, Guardia Civil, policías autonómicas y policías locales y, si me apuran, hasta el Ejército; de hecho, está pretendiendo que la Guardia Civil deje de ser un cuerpo militar.
Está llevando este descerebrado presidente del Gobierno a este gran país a una deriva impensable hace tan solo dos años. Busca, al más puro estilo comunista, convertir en verdades mentiras como camiones y a blanquear a delincuentes imblanqueables. Seguirá siendo el presidente del Gobierno de España, pero tan solo de una parte de los españoles, porque lo que pretende es enfrentarnos a los unos con los otros. Es muy grave lo que está pretendiendo y muy peligrosos los métodos que está utilizando. Seguirá siendo el presidente, ya digo, pero moralmente es un fracasado, un verdadero inútil, como lo es el presidente venezolano. Ya veremos cuando actúe la Justicia, si es que la deja.
La señora Arrimadas, la de Ciudadanos, sabrá lo que hace apoyando a este indecente presidente, que pacta con delincuentes golpistas, delincuentes terroristas y los independentistas. Según su lógica el que pacta con los que pacta se convierte en lo mismo que con los que pacta. Acaso les suceda lo mismo a los jueces progres de Jueces para la Democracia, que nada han dicho sobre las vergonzosas actuaciones del juez y ministro Marlaska inmiscuyéndose en los asuntos del Poder Judicial. Será que están de acuerdo. Será que eso es lo progre. 

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