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viernes, 24 de julio de 2020

Gibraltar, español

Que no ha sido un despiste lo de la ministra de los Asuntos Exteriores, sor Laya, en Gibraltar. Iba a cumplir un mandato de su Gobierno socialcomunista, más en concreto de Pedro Sánchez. Como que se iba a saltar una tradición no escrita de más de trescientos años, así porque así, por su cuenta y riesgo. Eso no se lo ha saltado ni un gobierno de España en todo ese tiempo. Vamos que reunirse con el impresentable Picardo ese. Le faltó tiempo al ministro principal de la colonia para vender que se trató de una reunión bilateral, de gobierno a gobierno, y no de un encuentro o "reunión informal", como quería hacernos creer sor Laya. 

Miren que con anterioridad estuvo reunida con el alcalde de La Línea, de laPepé, y ni una palabra le comentó de que que estaba prevista la reunión con el ministro principal Picardo. Aquí las reuniones se mantenían de gobierno a gobierno, pero el de España con el de la Gran Bretaña, no con el insignificante Picardo. De todas formas, estos socialistas últimos tienen la brújula desimantada. Ya el ministro Moratinos convocó una cumbre trilateral entre España, Gran Bretaña y Gibraltar. 
Desnortados están también los socialistas de Sánchez, precisamente en un momento nada optimista para la colonia gibraltareña, más débil que nunca tras el Brexit. Por eso llama aún más la atención de la reunión "bilateral" España-Gibraltar, cuando España sigue y continúa optando -al menos en teoría- a la expulsión de los británicos de la roca, que ellos tomaron en su día por la fuerza. Por eso, es urgente que la sor ministra de Exteriores dé una explicación sobre esa reunión con Picardo -que menudo pájaro- en el Parlamento, como ya le reclama la oposición.
En todo este asunto es como si Sánchez quisiera experimentar el rompimiento de España, pero con Picardo, para cuando llegue el momento de hacerlo con los golpistas catalanes, al fin y al cabo sus aliados y socios para su llegada a La Moncloa, lo mismo que con los de laPeneUve -los que siempre terminan traicionando-, que es el gran anhelo también de su socio en el gobierno socialcomunista, el payaso Jócker de Galapagar, quien, por cierto, estrena refuerzos de vigilancia en su casoplón con la Policía Nacional.
Pues, bien, el socio golpista de Sánchez se está luciendo. Es tan inútil y tan negado que hasta el más tonto lo veía venir. Ha hecho una gestión tan nefasta del coronavirus, que él solito ha sido capaz de que Cataluña esté abocada a un confinamiento, más pronto que tarde. De momento, y llegando tarde, se ha visto obligado a cerrar el ocio nocturno en toda esa comunidad autónoma española. El siguiente paso, es de temer, el confinamiento total de la región, junto con Aragón. En ambas comunidades, ambos presidentes se acaban de cargar lo poco que había subsistido de sus respectivas economías a los tiempos del estado de Alarma.
Hasta tal punto de gravedad se ha vuelto a instalar el virus en Cataluña que las autoridades francesas están recomendando durante todo el día, y de manera encarecida, a la ciudadanía francesa que no viajen, ni por pura necesidad, a la región española catalana. Ahora, el nazi catalán tendrá que tragarse las palabras de un verdadero inepto, cuando afirmaba tiempo atrás -no mucho tiempo atrás- que si Cataluña fuera un estado independiente el coronavirus habría pasado de largo. ¡No es más tonto ni más inepto el presidente catalán porque no puede, por más que lo intente!

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