Illa y Simón, ni un pelo de tontos; los demás, sí

Es como para seguir el dicho de como para mearse, y ya saben lo que sigue. ElEnterrador Simón se ofende, sí, sí, se ofende y califica de mal gusto que los plumillas le pregunten por sus vacaciones sin mascarilla en Portugal. Ya ven, le parece de mal gusto la pregunta. Es decir que nos viene a enseñar también normas de educación, urbanidad y buenas costumbres. Pero, él no se avergüenza de cuando dijo que en España tendríamos uno o dos casos de contagio del coronavirus. Engañó, como un verdadero miserable, a todo un país. Desde entonces hasta ahora, ya han fallecido, al menos, unos cuarenta y cinco mil compatriotas y se cuentan por cientos de miles los contagiados.

Ahora, al señor, le parece de mal gusto que le pregunten por sus vacaciones portuguesas. Pero ni se avergüenza, ni le parece de mal gusto el mentir. Porque nos mintió sobre la pandemia que se nos venía encima, nos mintió sobre las cifras de muertos y contagiados, nos mintió sobre el uso y utilidad de las mascarillas y nos mintió sobre la existencia de un comité  científico en la "desescalada". Ni comité científico ni historias, ni leches. No hubo tal. Y juraba y perjuraba sobre su existencia y que no daba sus nombres "para que trabajen en libertad". 

Mentiras puras, y de las gordas, para engañar de nuevo a todo el país. ElEnterrador Simón ha quedado en ridículo. El propio ministro de Sanidad, Illa -que nada tiene que ver con el mundo sanitario y tampoco con el filosófico-, afirmó en el Congreso que, en efecto, no existió tal comité al uso, sino que eran los funcionarios de la Sanidad Pública quienes aconsejaban y desaconsejaban y que la última palabra la tenía él y las decisiones finales las tomaba bajo su responsabilidad él mismo, el ministro Illa.

Vaya elemento elEnterrador. ¡Vaya morrro! ¡Vaya falta de ética, de moral y de preparación! ¡Y no dimite, el tipo! Al final, todo se llega a saber. Y el sinvergüenza se ofende , le parece de mal gusto que le pregunten por sus vacaciones en Portugal. Eso sí, hay que reconocérselo, se está trabajando bien, como nadie, el ser el próximo ministro de Sanidad, si el actual, Illa, se presenta como candidato de laPesoé a las elecciones catalanas. No se sabe qué es mejor si continuar aguantando al incapaz Illa, que ni es sanitario ni filósofo, o a Simón, elEnterrador, que es médico, pero que ni tiene MIR, ni es doctor en medicina y es un mentiroso compulsivo.

En caso de tener que elegir, elPresiSánchez mejor aprovechaba la ocasión para deshacerse de los dos, porque ni el uno ni el otro sirven para nada, en lo que a lo sanitario se refiere. Ambos nos han "tomado el pelo" a todo el país, pero han sabido servir con fidelidad a su amo y señor. Se han llevado entre los dos todas, o la mayoría de las bofetadas. Sánchez, tan tranquilo; que ahí se las den todas.

Pero, para rematar, viene, llega y dice elEnterrador que si los contagios y brotes del coronaviruas en la actualidad "es una segunda ola, no lo parece". Es decir que ¡lagarto, lagarto! Creo que está claro, que se entiende. Ojo avizor, porque todos esperamos y confiamos -excepto en el neandertal de la Generalidad catalana y el socialista de Aragón- en que, en efecto, brotes y contagios se controlen y no tengamos que pasar de ahí; aunque, cuando elEnterrador se pone a largar, cuidadín. Que lo mismo dijo con los contagiados -uno o dos- y metió la pata hasta donde ya saben dónde. Pero, él sigue; pese a todo, él sigue. Pese a los muertos, a los contagiados y a las ofensas al sector turístico, donde España se juega gran parte de su PIB. Simón lo supera todo. Le basta con utilizar su pala de enterrador.