Los del Cádiz, a rezar y a misa

Que iba a suceder era un hecho cantado. Llegó el primer confinamiento en lo que los socialcomunistas denominan -por ignorancia- la "desescalada". Toda la capital de Lérida y siete poblaciones cercanas han de volver a repetir lo que ya pasamos todos los españoles desde marzo. Se veía venir, pero, desgraciadamente, no van a ser los únicos. Hay mucho gilipollas por ahí que nos la están buscando a los demás. Por ejemplo, y muy en vivo, los aficionados del equipo de fútbol del Cádiz -por si algún podemita perroflauta no lo sabe- en Andalucía.

El espectáculo fue realmente vergonzoso, bochornoso, con una falta total de respeto hacia los demás, no solo los ciudadanos de esa provincia, sino de toda la región y de toda España. Si ellos caen con el coronavirus, todos corremos el peligro de lo mismo, porque ya saben, el virus corre más rápido que las malas hierbas, y tan pronto se encuentra en el sur como se pasa al norte o al noreste, como es el caso de la confinada Lérida. 

Esos aficionados gaditanos que salieron a las calles de la ciudad para apoyar a su equipo de fútbol son unos verdaderos insensatos. Ni llevaban mascarillas, ni guardaban la distancia mínima de seguridad entre unos y otros. No merece la pena, ni el riesgo por el fútbol. Lo que hicieron, incluso desafiando a las fuerzas del orden público, que optaron por no intervenir evitando males mayores, no tiene calificativo. Ya se verán dentro de unos días, desgraciadamente, las consecuencias. Después, nos lamentaremos, incluso lloraremos. ¡Insensatos, que son unos insensatos!

Fueron más cautos, incluso, si cabe, demasiado, los vascos. En su jornada electoral para elegir un nuevo gobierno autonómico, se quedaron en casa por miedo a los posibles contagios. El resultado, una masiva abstención, como nunca, rondando el cincuenta por ciento. Lo tuvo fácil el actual presidente Urcuyu, que renovará mandato por otros cuatro años, no sin la ayuda, colaboración y apoyo de los socialistas sanchistas de allí. Urcuyu renueva, laPesoé se mantiene, peperos y podemitas caen y, a lo que se va viendo, los de Abascal entrarán en el Parlamento vasco, lo que no deja de ser significativo. Sin embargo, resulta preocupante el buen resultado de los etarras, los de ElGordo Otejjji. ETA sigue viva, y cada vez hay más etarras.

Por lo que se refiere a Galicia, el pepero Feijóo renueva también, con mayoría absoluta, su mandato para otros cuatro años. Era de esperar. No hay otro partido, ni el BNG -que ha quedado segundo- que sea más nacionalista que laPepé en Galicia. ¡Curioso! Eso sí, ahora en laPepé de Casado se debatirá, vistos los resultados si es conveniente seguir con la línea, aparentemente moderada de Feijóo o con la reivindicativa y combativa de la portavoz en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo.

En cualquier caso, siempre queda el consuelo: los comunistas podemitas del payaso Jócker comienzan a desaparecer del mapa. Otro punto de reflexión para el chulo Sánchez.