Reflexión debajo del almendro

¡Bueno, y qué! Ya nos tiene un poco hartitos el miserable este payaso comunista. Que no le gusta la Monarquía, pues, muy bien, que siga los trámites que haya que seguir y que mire a ver si la puede quitar. Derrocarla, sí que lo está intentando. A muchos no nos gustan los comunistas y no los votamos. Pero ya está bien, día sí y día también tener que soportar desde el Gobierno de España las gilipolleces de este hombre, que nos ha dado permiso a todos los españoles para que nos insultemos los unos a los otros. Esa es la nueva normalidad para este elemento y para sus acólitos, como el defraudador impresentable a Hacienda, elchúpamelamingadominga.

Que no pretenda el payaso Jócker tapar su escandalazo, presuntamente delictivo, con los "inquietantes" movimientos del Rey emérito, Juan Carlos I. Es que no tiene vergüenza este comunista. Más le valía poner en claro, con luz y taquígrafos, su situación judicial personal, y la de su partido, que denunciado lo tiene por "estafa" el que fuera su rival en las últimas elecciones internas.

Tiene todavía mucho por aclarar el payaso comunista Jócker sobre la tarjeta sim del teléfono de su exaseora en Bruselas, Dina; también, sobre del robo el teléfono de la pareja de Dina, del que no se oye casi ni hablar, ni se quiere que se hable. Tiene que aclarar, muy mucho, quién, en realidad, conforma las cloacas del Estado o las cloacas de toda la mierda de la que puede que esté embadurnado.

Pretende el payaso comunista Jócker que nos olvidemos de este feo asunto de robos, devoluciones, amores, amoríos, promesas incumplidas y despechos. A todo esto, con funcionarios de la Justicia por medio. Nada más y nada menos que los fiscales del "caso Dina", ya convertido en el "caso Iglesias". De las relaciones entre los fiscales Stampa y Serrano con los abogados del partido podemita, más en concreto entre Marta Flor y el fiscal Stampa, y las presuntas revelaciones de éste a la abogada de nombre de novela de la sobremesa latinoamericana.

Algo gordo debe haber oculto entre las "cloacas de la mierda" del payaso comunista Jócker, cuando el fiscal general de Madrid ha abierto un expediente y una investigación a uno de los fiscales del caso, a Stampa, pese a haber recibido éste el apoyo de los fiscales. Ya se verá lo que sale de todo esto, y si el excomisario Villarejo, que era el que nos faltaba en la trama, tiene algo más y novedoso para aportar desde la cárcel. ¡Nunca se sabe! Y lo que al final decide el juez Castelló, si lo imputa o no al Jócker.

Así que no nos ande el payaso comunista Jócker montando una falsa polémica, que no es otra cosa que una cortina de humo -porque de donde sale humo es que hay fuego-, para desear saber si los españoles queremos o no un régimen monárquico. No engaña ya a nadie este tipejo con sus técnicas comunistas populistas venezolanas. Mejor se iba a dormir la siesta debajo de un almendro, allá en su finca Villa Tinaja, en el casoplón de Galapar, en la sierra madrileña, donde pueda reflexionar con tranquilidad que él es hijo de su padre. Y que nos deje en paz, al menos por una temporada.