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jueves, 2 de julio de 2020

Todo lo normal que lo puede ver un socialcomunista

Nada, hombre, que aquí no pasa nada de nada. Pero, si ha de pasar que le pregunten a laPepé, que durante el confinamiento o enjaule del país ha tratado de noquear, primero, y derrocar, después, al Gobierno socialcomunista. Y eso es todo, en resumen, lo que el presidente Sánchez tiene que transmitir a la ciudadanía en esa tediosa y sebosa entrevista del meapilas Ferreras, en laSexta. Esa emisora de teuve es la que eligió el chulo socialista para ofrecer su primera entrevista desde antes de la pandemia. ¡Qué casualidad! Y que fuera el rojo Ferreras quien le entrevistara. ¡Sospechoso!
Porque, a parte de que nos va a subir los impuestos, comenzando por los más ricos y las grandes fortunas, llegará hasta el más bajo, que si no lo pilla en la persecución alrededor de la fuente lo hará en el IRPF. No propondrá Sánchez tan siquiera que diputados y senadores devuelvan las dietas que nos han robado por su no asistencia a las Cortes, durante el tiempo de confinamiento. Que si hubieran ido y hubiera que dárselas, pues es lo establecido, pero no ir y cobrarlas es una tomadura de pelo, cuando no algo más fuerte.
¡Es que alguien se pensaba que los socialcomunistas no iban a subir los impuestos! Es de cajón, y de hacer caja, en un régimen como este. ¡De dónde van a sacar para pagar la tremenda deuda del país, al que han dejado arruinado tras la pandemia! No hicieron nada antes, durante, ni después para evitarlo. A estos eso es lo que menos les importa. Si hay que subir los impuestos se suben. Hay que sumir a los ciudadanos en la miseria y en la pobreza, como mandan los cánones comunistas, como, por ejemplo, Venezuela.
No pararán hasta que no haya ni tan siquiera pañales para los niños, ni papel higiénico con el que limpiarnos el serete. Buscan provocar las colas ante los supermercados, pero no por cuestión de sanidad y seguridad por el coronavirus, sino porque habrán llevado al país a la quiebra. Serán las colas de la socialización, como las definía el podemita y comunista y listo-inteligente Errejón. Claro, necesitamos socializarnos y, mientras esperamos en las colas, vamos haciendo amigos. ¡Si es más tonto no le cabe la cabeza por la puerta!
Como tampoco tiene importancia -¡lo ve tan normal Sánchez!- que las prisiones catalanas -previo acuerdo entre sus regidores- hayan acordado que los delincuentes chorizos golpistas encarcelados en ellas pasen al régimen de Tercer Grado. Es decir que, aunque ya lo estaban disfrutando de hecho, ahora sea reconocido ¡legalmente!: en breves, solo tendrán que acudir a la prisión para dormir, menos los fines de semana que se lo pasarán en casita, con tiempo suficiente para preparar el próximo Golpe de Estado.
Joér, que los golpistas han sido condenados por delito de sedición, que no es una broma, y el tribunal y la Abogacía del Estado los libraron de un delito mayor, como el de rebelión. Y, ahora, con estas. Vaya sentencia de mierda, en la que el Tribunal ni tan siquiera aceptó la petición de la Fiscalía para que cumplieran un mínimo de la sentencia. Pero, hombre, que no hace ni un año que se dictó sentencia y algunos de los delincuentes golpistas superan más de una decena de años de prisión. ¡Para qué el juicio, si deciden más los titulares de las prisiones que los jueces!
La Generalidad catalana se está riendo de los españoles y de la Sala II del Tribunal Supremo, que los condenó, la sala del juez Manuel Marchena. O acaso es el juez y toda su corte los que se ríen.
Como se ríe Francia de España al negar la extradición del sanguinario etarra Yosu Ternera. El país galo lo ha dejado en libertad, mientras ha rechazado la petición española para extraditarlo por delitos de lesa humanidad. El etarra, entre otros crímenes, participó en la masacre de la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza: once personas muertas.
Todo eso lo ve normal al presidente del Gobierno socialcomunista, como verá normal -en cuanto pase las atribuciones de prisiones al gobierno de las provincias vascas-, que los asesinos etarras, algunos con mucha sangre entre las manos, queden en libertad, sin tan siquiera haberse arrepentido, haber pedido perdón a las víctimas y sin colaborar con la Justicia.
Nada tiene importancia, ni el escándalo del payaso comunista Jócker. Su vicepresidente Segundo en el gobierno socialcomunista.

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