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lunes, 3 de agosto de 2020

Adiós, Rey, adiós.

Cuando las barbas del vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Eso, exactamente eso, están pensando Sánchez y su ViceDos, el payaso comunista Jócker, en relación a Felipe VI, tras el anuncio de su padre de su marcha a un exilio -todavía por determinar el lugar- voluntario. Sí, tarde o temprano, era de esperar la decisión del rey emérito don Juan Carlos I. Como decían quienes lo conocen bien, el rey emérito es un "animal político" y tomará una decisión cuando lo considere oportuno, y será una buena decisión. Desde luego, dura sí que es, y más difícil todavía asumirla, aunque ya había ido dando los pasos que preparaban el camino; así y todo, dura decisión.

El rey emérito abdicó en su hijo, se retiró de la vida pública y, ahora, le ha despejado el camino a Felipe VI, aunque, por otra parte, también se lo había complicado con sus negocios que Sánchez califica de "opacos", pero todavía no ha calificado los de su socio comunista en el Gobierno. Que haberlos haylos negocios más que opacos en el partido podemita. A ver cuándo se los destapa Sánchez. O los de la familia criminal catalana de los Pujjjol.
Al podemita comunista Jócker poco, o más bien nada, tiene que agradecerle España; más bien todo lo contrario. Es un resentido, hijo de su padre, al que calificó la portavoz pepera. El Jócker es un vengativo, chulo, barriobajero, inconsecuente con la ideología que dice tener: comunista. Habitó de manera ilegal una casa en Vallecas, nombre y barrio de Madrid, que utilizó como baluarte político, hasta que se le ocurrió, oigan, trasladar su domicilio a Galapagar, a la zona más exclusiva de la sierra madrileña. En efecto, al casoplón, que le cuidan la Policía Nacional y la Guardia Civil. Ahora anda con los líos de la financiación de su partido por parte de Irán y Venezuela, la "caja B" y los sobresueldos generosos. Por no mentar ya el "caso Dina-Iglesias". ¡Menudo curriculum!
Tampoco es que el PresiSánchez tenga mucho de lo que presumir. Por España ha hecho muy poco. Se ha cargado la economía del país con sus estados de Alarma y sanitariamente nos ha quedado desquiciados, porque llegó tarde y mal a proteger a los compatriotas de la pandemia y nos engañó, como un verdadero miserable, queriendo hacernos creer que estaba asesorado científica y técnicamente en la lucha contra el coronavirus. Todas las decisiones que tomó al respecto fueron políticas, arbitrarias y partidistas, y, sin embargo, se aplaude cuando pesan a sus espaldas más de cuarenta mil muertos y cientos de miles de contagiados. ¡Y está orgulloso! y los suyos, meapilas, le aplauden
A parte de eso, que él considera un mérito y todos los impresentables diputados socialistas aplaudieron en el Congreso, poco ha hecho este por España salvo llegar a La Moncloa a través de una moción de censura, aliado y apoyado por los golpistas catalanes, terroristas e independentistas vascos. Tampoco hay que olvidar que fue su propio partido el que lo echó como secretario general del mismo. Luego utilizó las malas artes para regresar con el apoyo económico de un familiar político con negocios de fachada de neones. Al cabo, se descubrió que la tesis doctoral de la que presume fue un plagio; demostrado está. Esta es la catadura moral de este personaje.
Al rey emérito se le ha acusado de todo. Que tenía una vida sentimental agitada y que estaba enredado en negocios con claros y oscuros, prácticamente era sabido por todos, dentro y fuera de La Zarzuela. Pero, lo que el rey emérito hizo por España en cuarenta años de reinado no se paga con dinero: trajo la paz a este país. Que no es poco. Cierto que esos "desmanes" de su vida no quedan justificados con lo anterior. Pero, al menos, tiene el derecho a la presunción de inocencia, que se le ha negado desde la presidencia del Gobierno y desde el partido del comunista payaso Jócker.
Por eso, no piensen que estos dos jumentos van a parar en barras. No. El chulo presidente del Gobierno y su cómplice payaso Jócker intentarán ahora tumbar, más que nunca, la Monarquía. Estos dos van a por todas. Ya se sabe, odian todo lo que sea España, lo que al Rey Felipe VI, por contra, tanto le duele. Están a favor de los golpistas y de los terroristas y en contra del Rey, en contra de todo lo que la figura del monarca represente: paz para España y unidad del país.

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