El Rey y Rajoy sientan a un delincuente a su mesa

Si lo veíamos venir, si es que estaba más claro que el agua. Su Majestad, el Rey joven, nos la ha vuelta a pegar -por no decir una obscenidad- con su estimado y buen amigo el delincuente Arturo Mas. Anoche viajó a Barcelona y departió y cenó con él. Le encanta el sedicioso. ¡Pero qué le verá! Ya nos lo anunció en su discurso vomitivo de la "NocheBuena", que amargó a muchos españoles. Al señor Rey se le han visto demasiado pronto los genes, por lo de las "borbonadas", digo. Sólo le falta poner la "estrellada" en el coche oficial, hacer otra vez de chófer para el de la Generalidad y bailar sardanas con la reina plebeya, mientras en la intimidad se entienden en catalán. El Rey nos vuelve a ningunear.

Si hace muy pocos días el presidente del Gobierno de España compartió con el sedicioso Arturo -como dice el dicho- mesa y mantel, anoche fue el Rey quien cenaba con el que le quiere desguazar su reino. El rebelde no se mueve de su sitio, son los demás los que tienen que desplazarse a su feudo. Eso de sentarse a la mesa con un delincuente debe dar mucho morbo. ¡Manda huevos!

Y el despilfarrador, tan contento. ¡Coño, no; no es para menos! Nada más conocerse el fallo del Tribunal Constitucional sobre la consulta del 9N -que le quita a los catalanes, por su culpa, un día de vida, porque ese día no valió- va el Gobierno de España y -con cariño y con amor- le obsequia con otros ocho mil doscientos millones de euros, de todos los españoles. ¡Ah, y sin acuse de recibo, que no hace falta, gástenlos donde quieran, como si es en las embajadas! Vayan haciendo patria, que eso es muy productivo. Correcto. Y en agradecimiento, el delincuente no tiene mayor ocurrencia que decir -a los cuatro vientos y con amplificador- que España es un "Estado antipático, incluso inhóspito y poco atractivo", que traducido al español quiere decir; ¡panda de ineptos y gilipollas! Y encima os voy a plantar una ante las instituciones europeas que os vais a hacer caca patitas abajo. Por tontos.

Si se creen -el señor Rey y el señor presidente del gobierno de España-, que con todas sus actuaciones hacia el delincuente lo van a atraer hacia el buen camino y lo van a hacer recular -como a las mulas-, pues se equivocan mucho, mucho. Y, miren, esto ya se pasa de jugar a la parábola del hijo pródigo; lo que hace este hombre sólo lo hacen otro tipo de hijos. Y lo que hacen ellos, no tiene nombre. Ya está bien.

Pero, lo más grave es que el delincuente lo hace todo a la luz del día, sin esconderse, o sea sin rubor, como si tuviera un consentimiento expreso; o es que lo tiene. Anoche, mismamente, ante los invitados a la inauguración del Congreso Mundial de Móviles, que se celebra en Barcelona, el señor Rey nos pone a esta ciudad como ejemplo del empuje emprendedor español. El Rey volvió a mostrase de manera vergonzosa y humilló a los demás súbditos del reino, que son los que pagan.
En ese mismo foro, el delincuente Arturo Mas también se dirigió a un público internacional, allí mismo, junto al señor rey, para decir que la crisis le había permitido "hacer más con menos y hacerlo mejor" y que en el país existen ahora más oportunidades de negocio. Si tonto "elchoricete" no es. Él se lo guisa y él se lo come, pero no dice de dónde le llega el dinero para los ingredientes. Y cuando habló de un país para hacer negocios, no dijo a cuál se refería, si al nuestro o al suyo. Y lo más curioso es que, pese a todo, sigue en libertad, quiero decir que no está penando en una prisión, es más, como vemos, se codea con el Rey y con el presidente de España. Ni "el pequeño Nicolás.