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jueves, 11 de junio de 2015

Matar al maestro

Escandalizado estoy, desde que he tenido conocimiento de que hay "diez formas de matar al profesor" o de "golpear al maestro", depende de quién informe, aunque con el mismo fin y resultado: matar al docente. Así es. Un vídeo de dibujos animados, que se está convirtiendo en viral, circula por las redes sociales, recorriendo todo tipo de medios, desde ordenadores, pasando por "móviles" y tabletas. Es decir un vídeo "transmedia", asequible a todos, jóvenes, mayores y niños. A estos últimos es a los que, principalmente, va dirigido. De escándalo.

Este vídeo, con música de fondo de "comedia", como de risa, y con voz en "off", tiene por protagonista a un niño. El pequeño va mostrando y practicando las maneras de matar al maestro, con "herramientas" de las utilizadas, muchas de ellas, cada día en el colegio. Un lapicero sirve -clavado con saña- de puñal, un libro con el que dar unos buenos golpes en el cogote hace las veces de un ladrillo, la grapadora también es como un arma, igual que una silla "estrellada" repetidamente contra la víctima y un fumigador dirigido a las vías respiratorias. Hasta un regalo al profesor, un encendedor, al que, una vez da la llama, se le aplica un spray, para que haga como si fuera un soplete. Pero, por si alguno de los métodos falla, está el infalible: arrearle al "profe" una patada cuando está cerca de la ventana y que sea el suelo el que lo pare.
De verdad, inaudito. Lo cierto, lo confieso, es que no he logrado saber la autoría del susodicho "documental", pero parece que los "ingeniosos" incitadores al odio y a la comisión del delito lo definen como "juego de acción y desestresante". Parece que saber enseñar cómo un jovencito puede matar a su profesor -que está considerado agente de la autoridad- es un antídoto contra el estrés de los "sufridos" alumnos.
Al igual que a ustedes, lo primero que se me viene a la mente es pensar cómo puede haber gente con semejantes ideas, cómo puede haber tanto mal encarado que quiere hacer el daño, así porque sí. Y, luego, qué es lo que hacen las autoridades competentes -en este caso incompetentes- que no detienen a esos descerebrados y prohíben la difusión de ese demoníaco vídeo.
Algo está fallando, porque muchas cosas están sucediendo, en muy poco tiempo, sin que nadie ponga un remedio. El problema, grave, ciertamente, es de complicada resolución. Pero, algo habrá que hacer. No podemos seguir permitiendo la difusión de vídeos como el que elaboran verdaderos delincuentes, ni que los acosadores en los colegios sigan campando a sus anchas, como los tres detenidos recientemente en Pinto, pero que ya están en libertad, o como el acosador de la joven que optó por quitarse la vida antes que seguir soportando el acoso de un compañero. O que otro niño pueda matar de manera impune a otro profesor con una ballesta, por citar algunos casos.
Hay en este asunto varios colectivos implicados, empezando por la familia -los padres-, los docentes -que, a lo que se ve, y por lo que dicen, carecen de los medios necesarios preventivos-, jueces, fiscales, policías y, sobre todo, los políticos, que son los que elaboran las leyes. No es cuestión de que cada uno vaya por su lado, sino de que todos juntos colaboren para que tengamos una futura sociedad educada y respetuosa y respetable. Hay que dejarse de politiqueos y "pitadas". Los niños son como esponjas; démosles a absorber lo bueno.

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